El Chad es uno de los países de África que está recibiendo
ayuda de las Obras Misionales Pontificias de España, correspondiente a la
colaboración de Infancia Misionera. Más de 100.000.00 euros irán destinados a
uno de los países más pobres del mundo y con un territorio dos veces más grande
que España, pero tan despoblado que sus nueve millones de habitantes viven en
una sociedad carente de los derechos más elementales, como el derecho a la
seguridad, a la justicia, a la salud y a la educación. Como en la mayoría de
los países pobres los más perjudicados son los niños, y en el Chad, más del 58
% de ellos, menores de 10 años, no van a la escuela y en algunas regiones
incluso muchos de ellos mueren de hambre.
La Infancia Misionera de España, gracias a la
colaboración generosa de los niños españoles, ayudará a niños chadianos de las
diócesis de Doba, con 27.111,32 euros; a los de la diócesis de Mongo, con
18.153,85 euros; a la diócesis de N-Djamena, con 31.058,81 euros; a los niños
de Pala con 10.153,85 euros; y a la diócesis de Sarh, con 13.653,85 euros.
La mayoría de estas ayudas van destinadas a proyectos que
lleva la Iglesia tanto en el campo de la salud como en el de la educación y la
evangelización. Entre otros, recibirán ayuda los niños de la Escuela de
Bébédja, del Campo diocesano infantil de Dona, colegio del Sagrado Corazón de
N´Djamena, Centro “Cornelia Connelly” y Colegio N.D. de la Asunción de
N´Djamena, para un proyecto de un campamento diocesano y para material de
animación en Pala; y para la Escuela maternal “Ste. Jeane Antide thouret” de
Sarh.
En la actualidad, algo más del diez por ciento de la
población del Chad son católicos, lo que supone casi un millón de habitantes.
Las circunscripciones diocesanas son diez y las parroquias alrededor de 112; al
frente de ellas están ocho obispos, 138 sacerdotes y 105 religiosos; hay
también 70 misioneros y cerca de ocho mil catequistas. La enseñanza católica se
lleva a cabo en 44 escuelas maternales, 68 primarias y 42 centros de enseñanza
media. En total, unos 70.000 alumnos.
Uno de los ocho prelados del Chad es Mons. Miguel Ángel
Sebastián, obispo español en la diócesis de Lai, quien a su paso por España
hace un par de meses, manifestaba su preocupación por los problemas de uno de
los países africanos con mayor índice de corrupción y abuso de poder de sus dirigentes.
A Mons. Sebastián le preocupa que, en un país fundamentalmente basado en la
explotación agraria, los jóvenes no tengan futuro y tengan que marcharse, pero
está orgulloso del esfuerzo realizado en su Iglesia y en todas las Iglesias de
África por lograr la autosuficiencia a pesar de las innumerables dificultades
que encuentran, que van desde la pobreza hasta la dependencia que crean las
ayudas exteriores