Desde Andra Pradesh, en el sureste de la India nos llega
el testimonio del padre Bala Swamy, director ejecutivo del Andhra Pradesh Social
Service Forum, una entidad que coordina la labor social y caritativa de las 13
diócesis católicas de esta región. Sus actividades se centran en la promoción y
el desarrollo sin importar la casta, el credo o la religión.
El padre Bala recordaba el brutal asesinato de dalits –
miembros de la casta inferior – que tuvo lugar el 12 de junio pasado en la
aldea de Lakshimpet. Así lo recordaba: “Los dalits socialmente no cuentan, son
intocables, están marginados y forman la casta más baja de la sociedad, viviendo
sin las necesidades más básicas como el alimento, el vestido y la vivienda. Hay
80 familias dalit en la aldea de Lakshimpet, de las que 15 son católicas y 20
protestantes. Las 80 familias dalit fueron atacadas con barras de hierro y
bastones por gente de las otras castas, que asesinaron a 4 personas e hirieron
gravemente a otras 30, una de las cuales moriría en el hospital días después.
La razón tras la masacre fue que los atacantes habían amenazado en numerosas
ocasiones a los dalits para que abandonaran sus tierras y granjas y se fueran
para poder hacerse con ellas. Los dalits aguantaron, por lo que se planeó el
ataque de modo sistemático y se puso en práctica para intentar asesinar a todos
los dalits de la aldea”.
El ataque lo llevaron a cabo unas 150 personas. Tras la
tragedia el Service Froum e ha volcado en ayudar a las víctimas para que
al menos cuenten con alimentos y asistencia sanitaria. Este es un eslabón más
de la larga cadena de apoyo que ha dado siempre la Iglesia católica a los
dalits, los más desfavorecidos de la India, a los que el resto de castas no
suele reconocerles derecho alguno