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7 de octubre de 2013

La hermana Mª Carmen Sánchez, enfermera en Mozambique


Desde la Delegación de Misiones de la diócesis de Astorga nos llega el testimonio de la hermana Mª Carmen Sánchez Casado, que pertenece a la Obra Misionera de Jesús y María. Esta misionera, que ha estado este verano en su tierra, agradece todo el apoyo a la misión que su congregación tiene en Nacala, Mozambique.
Mª Carmen Sánchez Casado nació en Santa Marina del Rey, León, y desde muy joven sintió su vocación misionera, que la llevó a ingresar en las pilarinas. Es enfermera, tras estudiar su carrera fue enviada a realizar su misión en tierras mozambiqueñas.
Mª Carmen vive con tres compañeras en la casa de Nacala. Trabajan en cuatro áreas de pastoral: catequesis, vocaciones, salud e Infancia Misionera. Cuenta que la fe entre las gentes es “floja”, y que “durante el Ramadán buscan comida en las mezquitas, el resto del año acuden a nosotras”.
Ellas fundamentalmente atienden a los niños, así como a mamás con SIDA a las que ayudan a poner pequeños negocios de venta: carbón, arroz, petróleo... Comenta que las niñas sufren abusos sexuales, y que a los niños se les soborna si quieren pasar de curso.
Tienen un grupo de 35 niños chiquitos con desnutrición. Gracias a la ayuda de empresas de alimentación y a colaboradores como los grupos de Cáritas-Misión de Molinaseca o “Corintios XIII” del Valle del Tera van consiguiendo leche para alimentarlos, aunque cada día tienen más problemas, porque la crisis afecta en todos los ámbitos y ahora deben incluso pagar por los contenedores de ayuda humanitaria que se envían desde España. Según Mª Carmen, en Mozambique la leche infantil es muy cara, cuesta encontrarla y no es tan buena como aquí.
También dan tres comidas al día a los niños más mayores: desayuno, comida y merienda, hasta el día siguiente que vuelven al centro.
Por último, esta enfermera en Mozambique afirma que las familias no entienden las vocaciones. “Las pocas vocaciones que hay no salen adelante por falta de becas”, añade.