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12 de noviembre de 2013

El atentado de Kenia a través de la vivencia de una misionera segoviana en Nairobi


La hermana Silvia Palomo, una religiosa segoviana de la Congregación de las Misioneras de Nuestra Señora de África, destinada en Nairobi, Kenia, relata sus vivencias personales de estos días del atentado de Nairobi:
"Aquí estoy para compartir con todos vosotros un poco de lo vivido esto últimos días. Seguramente ahí os han dado más noticias de las que hemos tenido aquí. Era estremecedor oír los tiroteos y las granadas. Por la televisión estaréis enterados de los acontecimientos en Nairobi. Han sido cuatro días muy duros sin saber lo que pasaría, la gente tenía mucho, mucho miedo de salir a la calle pues no se sabía cómo otras personas reaccionarían a este atentado.
La embajada de España no ha dejado de mandar mensajes diciendo que no nos uniéramos a grupos en la calle y no nos acercáramos al centro comercial. Estamos lejos, allí no vamos nunca, claro que este atentado puede ser en cualquier centro grande. Cerca de casa tenemos uno que es donde voy a comprar, siempre voy temprano y los terroristas esperan a que haya mucha gente que es sobre el mediodía, yo como tarde a las 11 estoy de vuelta, normalmente a las 10.30 ya he vuelto de comprar y no voy todos los días, una o dos veces por semana para comprar pan más que nada.

Ayer, a Dios gracias, acabó todo, eso sí con un balance de víctimas, dicen 69 y más de 200 heridos. La cifra de muertos es mucho más elevada puesto que tenían como rehenes a muchos, no se sabe el número. Otras personas estaban encerradas en habitaciones del gran centro comercial y al derrumbarse tres pisos muchos han quedado entre los escombros por tanto la cifra ascenderá a 200 o más. Nunca lo sabremos porque ya no van a decir más. Sí sabemos que el número de víctimas es mucho mayor de lo que dicen.
Algo muy bueno ha sido la gran generosidad de los kenianos. Han donado alimentos, sangre, dinero y sus propias fuerzas ayudando en lo que han podido sin mirar religión, partido político o tribu. Ha sido un gran ejemplo de unidad y comunión.
Yo no he estado nunca en este centro. Lo abrieron hace 6 años y creo era donde la elite iba a comprar, comer, tomar cafés, donde se reunían embajadores, ONG y otras instituciones para pasar un rato haciendo negocios. Por tanto los terroristas sabían dónde iban y lo que hacían”.
La religiosa habla también de lo que publica la prensa en Kenia, tras el atentado: “El periódico de hoy da más detalles sobre los terroristas. Según dicen hace tres meses habían alquilado una tienda en dicho centro y ahí habían ido acumulando municiones y armas, tenían un apartamento frente al edificio y se habían estudiado bien las entradas y salidas del centro.
En televisión dijeron que un niño pequeño que estaba con la madre y hermana, tirados en el suelo se acercó a los terroristas y les dijo: ‘sois muy malos porque nos matáis sin haberos hecho nada’. Los terroristas le dieron chocolate y le dijeron ‘ve con tu mamá y hermana y salid rápido de aquí’. Así lo hicieron y se salvaron”