Las Obras Misionales Pontificias organizaron el XII Encuentro Misionero de Jóvenes (20-22 de marzo), en Madrid.
Estos encuentros están siendo una grata sorpresa por el atractivo de sus convocatorias. Prueba de ello es la espléndida respuesta que encuentra. Invitar a jóvenes a un encuentro de tres días – con una sugerente pregunta,” ¿dónde está tu hermano?” y contar con más de 150 participantes, es algo asombroso.
El encuentro comenzó el viernes por la noche, con el testimonio de Nico Montero, cantautor creyente, profesor de filosofía, especializado en la cercanía con los que sufren, su voz es un regalo, que algunos lo definen como “poesía hecha oración”.
D. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid invitó a los jóvenes a “viajar sin maletas, llevar vuestra vida con la intención de darla. Gastadla para los demás…Ir a la misión supone ir lleno de Dios, vacío de uno mismo y la espontaneidad de dar la vida. El amor no se retiene; se da".
Muy interpelante fue la mesa redonda con Pepe Cabanach y Javier Alonso Sandoica, sobre “los excluidos en la misión”. Durante 10 años se han acercado a estos excluidos en la misión de los 5 continentes a través de los vídeos del DOMUND, de Infancia Misionera y Vocaciones Nativas. Han visto que los misioneros suelen estar en lugares donde nadie pone el pie. “Conocer a los misioneros te cambia la vida, no te quedas indiferente”.
Por la tarde, los jóvenes fueron a conocer el Cottolengo del Padre Alegre, situado a las afueras de Madrid. Fue una vivencia impresionante con mujeres con una enfermedad incurable y que no tienen a nadie para cuidarlas. No se trató de una visita turística sino que la misma comunidad abrió sus puertas para contar e intercambiar impresiones. Algunos de los jóvenes pudieron dar de comer a algunas enfermas.
La cacereña Blanca Murillo, que participó en las jornadas, tiene amplia experiencia del Cottolengo, ya que de forma asidua colabora con el que está en Fragosa-Hurdes: “Esta institución es un milagro permanente.”
El domingo comenzó con otra impresionante sorpresa: el testimonio de la hermana Paciencia Melgar desde su experiencia con el ébola. Los sufrimientos padecidos no han sido capaces de eliminar su rostro sereno, que es como un remanso de paz y alegría. “Fui a Liberia como mujer, misionera y obediente, por ‘mis hermanos’, allí nos sorprendió el ébola. “La tierra y el mar tienen fronteras, el corazón no. Nuestro mundo sangra por el ébola de la soledad y la pobreza”.
José María Gil Tamayo, secretario General de la Conferencia Episcopal, presentó a Raúl Tinajero director del departamento de Pastoral Juvenil que intervino para hablar del Encuentro Europeo de Jóvenes que se dará del 2 al 8 de agosto en la ciudad de la santa abulense Teresa de Jesús.
También dos jóvenes que han vivido experiencias de corta duración en misiones, uno de María Jesús Romero (Ciudad Real, que ha estado en Guatemala), y el otro, de Miguel Ángel Díez Tascón (Madrid, que ha estado en Chad y Burundi), han contado cómo la misión cambia la vida.
Este Encuentro Misionero de Jóvenes supone un principio para las experiencias misioneras de verano.
Para animar a jóvenes con inquietudes misioneras, OMP edita anualmente la Guía Compartir la Misión, un documento que recoge todas las ofertas de las instituciones de toda España para hacer experiencias Misioneras de Verano. De esta forma, si algún joven quiere hacer un #VeranoMisión, encuentra aquí los cauces necesarios.
