BIENAVENTURANZAS DEL MISIONERO
.- Bienaventurado tú, que escuchaste la voz de
Jesús:”Ven
y sígueme”…, porque no has
dudado en dejarlo todo y seguirle.
.- Bienaventurado tú, que has contemplado a Jesús
pobre y siempre en camino al encuentro de los hombres…, porque tu vida en la misión es una copia fiel,
al estilo del Maestro.
.- Bienaventurado tú, que has escuchado su
invitación a la conversión…, porque
has dado un vuelco a tu vida para anunciar la novedad del Reino.
.- Bienaventurado tú, que contemplando a las
personas “como ovejas sin pastor”, no has dudado en tomar el cayado como antorcha y salir a los caminos…,
porque tus palabras suenan a compasión y
esperanza.
.- Bienaventurado tú, que has admirado el
comportamiento de Jesús con los pobres y desamparados…, porque has sabido “tocar las heridas” por
las que sangra el mundo.
.- Bienaventurado tú, que has visto a Jesús subir
a Jerusalén para ser entregado…., porque asumes riesgos, que nunca cuentas, por amor al evangelio.
.- Bienaventurado tú, por esa mirada llena de luz
y misericordia…, porque llevas
en tu vida la alegría del Señor resucitado.
Pedro Jesús Mohedano Santibáñez