COTTOLENGO, UNA SORPRESA DE DIOS
Acercarse al Cottolengo es
dejarse sorprender por Dios.
¿Cómo es posible que las
carencias físicas y psíquicas puedan ofrecer tanta luz?
¿Qué misterioso encanto
posee la familia cottolenguina para cautivar los corazones?
Todos los años, al inicio
del curso, el equipo de la Delegación de Misiones preparamos, con especial
cariño, la convivencia con los residentes del Cottolengo.
El día 3de octubre,
acompañado de 25 personas, tuvimos la oportunidad de ser acogidos y sorprendidos,
una vez más, por la comunidad que allí
vive.
Un día intenso y lleno de
emociones:
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Celebramos con ellos la eucaristía, llena de
colores y cantos misioneros.
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Ofrecimos nuestra colaboración en el servicio
a las mesas.
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Después de la comida, sobremesa misionera:
proyecciones y reflexiones.
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Y…, antes de regresar, más de dos horas de
cantos, bailes y juegos: una explosión de alegría.
El
regreso siempre nos causa un pequeño trauma, ¿cómo podremos agradecer todo lo
que hemos desfrutado?
La
misericordia y providencia de Dios tienen un nombre mágico: Cottolengo del P. Alegre.