SI ESTOY SENTADO, LEVÁNTAME, SEÑOR
El Adviento abre nuestro corazón a la
esperanza.
La presencia del papa Francisco en
África, tan cargada de gestos y mensajes llenos de misericordia y esperanza, se
convierten en una invitación a vivir la comunión con la ESPERANZA de un mundo
nuevo.
Un mundo que sólo surgirá si nos
agarramos al Señor.
Si dudo de tus promesas; levanta mi fe, Señor
Si aumentan mis pesares; alza
mi ánimo, Señor
Si me acosan mil
dificultades;
haz
inmensa mi fortaleza, Señor
Si mi interior se acobarda;
reaviva mi espíritu, Señor
Si me ciegan los ídolos;
dirige mi
vista hacia Ti, Señor
Si me enloquece la
apariencia;
lleva mi
corazón a Ti, Señor
Si mi cabeza se inclina;
sostenla para poder verte
Si me encuentro esclavo;
rompe mis
cadenas para poder caminar
Si me encierro en mí mismo;
reorienta
mi alma hacia Ti, Señor
Si me conformo con lo que
veo;
recupera
mi afán de buscarte
Si sufro por la ansiedad;
alimenta
en mí la conformidad
Si prefiero la comodidad;
llámame y
ponme en pie, Señor
Si duermo y no te espero;
abre mis
ojos y despiértame, Señor
Si me despisto y no te busco;
espabílame
y condúceme, Señor
Si me equivoco de dirección;
recondúceme
y reoriéntame, Señor
Si prefiero otros señores;
háblame y
hazme ver tu grandeza
Si no tengo miedo a nada;
dame fe y
dame tu santo temor
Si me creo único e
invencible;
acércate y
dame humildad
Si pasa el tiempo y desespero;
ayúdame y
ven a mi encuentro en Navidad
Amén.
(Javier Leoz)