S. FRANCISCO JAVIER,
EL GIGANTE DE LAS MISIONES
Hoy se celebra su
fiesta.
Francisco Javier
aprendió a contemplar a los seres humanos con la mirada de Jesús. Se lanzó a
los caminos del mundo, con la pasión y el ardor de los enamorados del
evangelio.
Nunca se arredró ante
las dificultades. Superó distancias e idiomas. En barco o a pie, muchas veces
descalzo, con el alma enriquecida por la misericordia, llegó a las costas de
África y Asia, para dejar la semilla del evangelio.
¡Ay de mí si no
evangelizare!, fue el grito que le salía siempre de lo profundo del alma.
Japón, La India y
China fueron el principal objetivo de su misión. La muerte le sorprendió cuando
preparaba la evangelización de China.
El papa Pio X lo
proclamó patrono de las misiones. Francisco
Javier fue canonizado en 1622, al mismo tiempo que Ignacio de Loyola, Teresa de
Ávila, Felipe Neri e Isidro el Labrador.
A él encomendamos la
actividad misionera en todos los rincones del mundo. Y de una manera especial a
todos los misioneros de nuestra Diócesis.