CARTA DEL OBISPO A LOS NIÑOS DE PRIMERA COMUNIÓN
Queridos niños:
Estamos celebrando el Año
de la Misericordia. Los amigos de Jesús
queremos tener un corazón como el suyo, lleno de ternura y amor hacia los desamparados.
Hace
unos días, alguien me contó una anécdota que me encantó. Se trata de un niño llamado Guillermo. Tiene
8 años y, según su familia, es un niño sencillo, alegre y muy generoso.
Sus padres habían invitado a comer a un misionero que está en África. Durante la comida, el misionero les contaba la
vida de los niños africanos: sólo comen una vez al día, no tienen juguetes,
padecen muchas enfermedades…
Guillermo no lo dudó, se fue al armario
de su habitación y comenzó a sacar juguetes para entregárselos al misionero.
Hoy, los niños de la misión del P.
Verdejo, juegan con los juguetes de
Guillermo.
¡Qué maravilloso es
colaborar con los misioneros, para dar de comer al hambriento, de beber al
sediento, curar a los enfermos y llevar
alegría a los que están tristes…!
Vosotros vais a tener la
suerte de disfrutar de la misericordia de Dios el día de vuestra Primera
Comunión. Jesús mismo viene para llenar vuestra vida con su
Presencia. Será un encuentro precioso,
lleno de Amor y Alegría.
Jesús se dedicó a llevar la
felicidad a todos. Por eso también quiere contar con vuestra colaboración en
ese día tan importante.
En un país africano
llamado Malawi hay muchos niños huérfanos, a causa de una terrible enfermedad, el
SIDA. Allí se encuentra una misionera de
nuestra Diócesis, cuidando de ellos y ayudándoles a vivir una vida feliz. Se llama hermana Perfilia y es de Aceitunilla.
Os felicito por recibir a Jesús. Rezad todos los días por los niños que mueren
de hambre, por los que sufren las guerras
y otras tremendas desgracias. Y decidle
a Jesús con alegría: ¡Cuenta conmigo
para construir un mundo de paz y amor!
Os
bendice vuestro amigo
+Francisco
Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres