Rosa y Juan, junto a sus hijos, en una solemne y emotiva ceremonia celebrada el día 24 de septiembre de 2010 en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, recibían de manos del obispo de la Diócesis, monseñor Francisco Cerro, el crucifijo misionero.
Más de quinientas personas, muchos de ellos miembros del Camino Catecumenal, acompañaron a esta familia misionera, que van a realizar su actividad misionera en uno de los suburbios de Viena (Austria).
La experiencia de Dios despierta en el hombre una aventura que le atrae para convertir su propia vida en una entrega al servicio del Reino.