Ha sido una jornada de hondo calado eclesial.
Peregrinamos para “ir al encuentro de otros” y compartir la alegría de ser misioneros, cada uno en su propio ámbito, según el carisma que Dios nos ha regalado.
La Iglesia extremeña ha contribuido, en los tiempos pasados, a la tarea misionera con generosidad: “la fe se fortalece dándola”.
Varios centenares de peregrinos hemos tenido la oportunidad de orar, cantar y reflexionar sobre la vocación misionera de todo el Pueblo de Dios.
Los misioneros extremeños han sido el corazón del Encuentro.
Los misterios del Rosario resonaron, desde África e Hispanoamérica, con el testimonio de los misioneros y el compromiso urgente de la evangelización.
La celebración se desarrolló según el programa previsto:
- 11´00: acogida en el santuario de la Virgen del Puerto.
- A continuación, Rosario dirigido por misioneros/as, en el Santuario.
- Convivencia y reflexión en la parroquia de Cristo Resucitado. Los diversos grupos dieron testimonio de lo que aporta la dimensión misionera a la vida de la Iglesia.
- Comida compartida
- 16:00 Eucaristía presidida por el Vicario de General de Plasencia.
- Despedida.