Durante los días 12-14 de julio se celebró la 64ª Semana Española de Misionología en la Facultad de Teología de Burgos, en esta edición, dedicada a la Juventud.
Entre el numeroso público asistente se encontraba: el arzobispo de Burgos, Francisco Hellín, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Miguel José Asurmendi, obispo de Vitoria, el burgalés Ramón del Hoyo, obispo de Jaén, y Camilo Lorenzo Iglesias, obispo de Astorga.
También algunos miembros de la Delegación de Misiones tuvimos la suerte de participar en la misma.
Hay que destacar la ponencia magistral de Eloy Bueno de la Fuente. Propone como tarea urgente: recuperar la ‘alegría y dinamismo’ del primer anuncio y la consecuente vivencia de la fe.
Para proponer esta alegría y dinamismo en nuestra cultura es necesaria una pastoral de la inteligencia’, donde los jóvenes pueden constituir una buena ayuda. ‘Lo joven’ se ha convertido en el icono cultural del momento.
Por la Semana pasaron diversos expertos en pastoral juvenil y en misionología. Pero la joya de la Semana la constituyó el testimonio misionero: hombre y mujeres que viven en la frontera de la inhumanidad; Allí donde el hambre, la guerra y la muerte acampan permanentemente. Algunos misioneros llevan en su cuerpo las señales de la cruz, dando muestras de la belleza y grandeza del amor .