Queridos amigos:
¿Qué tal estáis? ¿Cómo fue el día de vuestra Primera comunión? Sin duda habrá sido un día inolvidable. Los que tenemos un poco más de edad que vosotros, aún recordamos perfectamente el día en que recibimos nuestra Primera comunión, nadie se olvida del momento en que se encontró con sus mejores amigos, y Jesús es el mejor de todos. Estoy seguro de que también vosotros os habéis dado cuenta de ello, y por eso vais todos los domingos a encontraros con Él, a escuchar su Palabra y a recibirle en vuestro corazón cuando comulgáis. ¿Qué amigos seremos si nos olvidamos de nuestro mejor Amigo?
Yo soy un sacerdote de nuestra diócesis, me llamo Paco González y soy misionero en un país muy pobre en el sur de África llamado Mozambique. Supongo que os acordaréis de la Carta que os escribió nuestro obispo antes del día de vuestra Primera comunión. En ella don Francisco os invitaba a colaborar en un proyecto que tenemos en nuestra misión con el que damos ayuda a niños con problemas de salud.
Mozambique, aunque es un país pobre, también es un país muy bonito. Hay muchos ríos, bosques, animales preciosos, y sobre todo… muchos niños. Todos los días encuentro niños corriendo, riendo, jugando. Cuando puedo me gusta jugar con ellos. Sin embargo, hay también niños que han nacido con problemas de salud, o han perdido a sus padres, o sus padres están enfermos y no los pueden cuidar como les gustaría. Los misioneros que estamos aquí, vamos visitando las aldeas de nuestra misión, vemos qué tal están los niños enfermos, y a sus familias les ofrecemos comida o medicamentos para ayudarles a que se pongan bien. Estos alimentos y medicinas los compramos con dinero de nuestros amigos de España.
Sé que el día de vuestra Primera comunión ofrecisteis algo del dinero que os habían regalado para ayudar a los niños de Mozambique. Es muy bonito esto que habéis hecho y mis amiguitos los niños de Mozambique -que desde ahora también son vuestros amigos- y yo os damos las gracias. Y quien se alegra mucho de todo esto es nuestro mejor Amigo: Jesús. A Él, cuando vivía aquí en el mundo, también le gustaba ayudar a los que sufren, ahora quiere que seamos sus amigos los que ayudemos a los otros. Esto que habéis hecho demuestra que sois buenos amigos de Jesús y de vuestros hermanitos de Mozambique.
Por ahora es todo. Que paséis un feliz verano. Desde Mozambique, un abrazo para todos.
Paco González
