El recinto de la parroquia de Fátima resultó pequeño para acoger a la multitud de niños y adultos que participaron, el día 17 de este mes, en el Festival de Sembradores de Estrellas.
Siguiendo la consigna de la carta que el señor Obispo les había dirigido, con motivo de Navidad, los niños cantaron la alegría de Belén. Y lo hicieron, muchos de ellos, revestidos de pastores, magos y reyes.
Cada año aumenta la cantidad de grupos y la calidad de las intervenciones.
Los seminaristas cerraron el Festival con la celebración del Envío Misionero y el canto del Adeste Fideles, maravillosamente interpretado.
Todo en honor de los misioneros y en la urgencia de construir un mundo de fraternidad con todos los niños del mundo; sólo así brotarán, en el futuro, las semillas de la paz, justicia y felicidad.
Más 1.200 personas disfrutaron de un Encuentro lleno de alegría y emoción. Después...a imponer estrellas en la solapa y felicitar la Navidad en nombre de los misioneros.