El 30 de mayo de 1912 se abría en Mertoyudan, Indonesia,
el seminario menor San Pedro Canisio. Es, por eso, que, como informa AsiaNews,
la diócesis de Semarang, donde está ubicado este seminario ha estado de
celebraciones estos últimos días. Como señalan desde la misma diócesis este
seminario ha sido un verdadero “caldo de cultivo” de la fe, puesto que en un
siglo de vida por sus aulas han pasado cientos de sacerdotes y futuros obispos.
El sábado 2 de junio ha tenido lugar una celebración eucarística con este
motivo, con la participación de gran número de sacerdotes y obispos y cerca de
3.000 ex alumnos de este seminario que, junto a los fieles de esta diócesis,
han querido rendir homenaje a uno de los lugares más significativos del
cristianismo en Indonesia.
A pesar de los años transcurridos siguen siendo muchas
las necesidades del seminario, que cuenta nada menos que con 227 estudiantes,
por eso desde las Obras Misionales Pontificias, y gracias a la generosidad de
tantos católicos que apoyan las vocaciones sacerdotales, el pasado curso se
financió esta ya centenaria institución con 36.224 dólares. Este apoyo ha sido
constante durante los últimos decenios y, de hecho, la capilla donde oran los
seminaristas fue financiada por las Obras Misionales Pontificias.
Según el historiador jesuita Floriberto Hasto
Rosariyanto, el nacimiento del primer seminario menor de Indonesia es fruto de
la clarividencia de un gran misionero holandés que ejercía su ministerio en la
zona central de la isla de Java, el padre Van Lith (1863-1926). Este gran
misionero sembró el catolicismo en la región confiando la difusión de la fe y
la obra de la evangelización a los mismos “indígenas”, a los indonesios. Otro
de los grandes promotores del seminario fue el padre Wernz, General de los Jesuitas
en aquella época, que apoyó la creación de un centro dedicado al estudio y la
formación de los futuros sacerdotes de Indonesia.
Entre los primeros estudiantes, se cuentan dos grandes
personalidades indonesias, Mons. Alberto Soegijapranata, S. I., el primer
obispo católico nacido en Indonesia, e IJ Kasimo, político, fundador del
Partido Católico y miembro de la ejecutiva de Sukarno, primer presidente y
fundador de la moderna Indonesia.
Uno de los momentos más duros para este seminario fue la
Segunda Guerra Mundial. El 13 de enero de 1941 el seminario de San Pedro
Canisio comenzó el curso, pero no lo pudo terminar. El centro se cerró y fue
incautado como muchos otros bienes de la Iglesia. Terminada la guerra y tras la
retirada de las fuerzas de ocupación japonesas, pasaron años hasta que el 8 de
diciembre de 1952 el entonces obispo de Semarang, Mons. Albertus
Soegijapranata, consagraba el nuevo edificio, bendiciendo las labores de
restauración llevadas a cabo para devolverle su estado original. Desde entonces
nunca se han interrumpido las clases y ha sido un oasis de paz para la
formación del clero indonesio.