La Congregación del Espíritu Santo, los espiritanos,
inauguraba domingo 24 de junio su 20ª asamblea mundial con la recreación de la
llegada, en el siglo XIX, de los primeros misioneros cristianos a la ciudad
tanzana de Bagamoyo, donde transcurre el encuentro.
El Capítulo General, que cuenta con la participación del
responsable máximo de la congregación en Portugal, padre Tony Neves, se inició
con la aproximación de un barco de vela con un grupo de personas junto con el
obispo de Zanzíbar, Mons. Augustine Shao. Tras un pequeño recorrido por mar el
prelado pisó la arena de la playa, besó la Biblia que traía en la mano y con
una vela encendida encabezó la procesión, a la que se unieron los participantes
en el encuentro, hasta la cruz memorial que señala la llegada de los primeros
espiritanos, según explica el padre Neves.
El encuentro, con el lema "Sed fervorosos en el
Espíritu", reúne a 115 participantes de todo el mundo y se prolongará
hasta el 22 de julio. Durante estos días se estudiará la situación de la
congregación, se elegirá a un nuevo superior general y su consejo, además de
proponer nuevos objetivos para los próximos años.
En la apertura del Capítulo que por primera vez tiene
lugar en África, el arzobispo de Dar-es-Salaam, cardenal Polycarp Pengo, afirmó
que "los traficantes de esclavos fueron los grandes enemigos de los
primeros espiritanos", congregación que contribuyó a la abolición de la
esclavitud en el país. "Hoy hay otros que quieren ocupar su lugar
esclavizando a los más pobres", añadió el prelado Augustine Shao, también
espiritano, que ha sido blanco de ataques por parte de extremistas islámicos,
que le quemaron el coche sin que las autoridades reaccionaran.
El representante diplomático de la Santa Sede, el nuncio
apostólico, leyó un mensaje del Papa Benedicto XVI que aludía al sacrificio del
primer grupo de Espiritanos cuyos integrantes murieron con apenas 34 años de
edad a causa del clima y de enfermedades tropicales.
En la Eucaristía celebrada por 22 obispos de la
Conferencia Episcopal de Tanzania, el nuncio recordó que los Misioneros del
Espíritu Santo construían iglesias, escuelas y hospitales, pero lo más
importante fue la construcción de las comunidades cristianas.
El político musulmán responsable de la ciudad situada a
70 km de Dar-es-Salaam, capital económica de Tanzania, dio la bienvenida a los
participantes y prometió que las autoridades locales se responsabilizarían de
la seguridad de los religiosos.
Los espiritanos alemanes llegaron a la isla de Zanzíbar
en 1863 para apoyar la liberación de esclavos en Bagamoyo, en la costa
continental del Índico, a donde llegarían en 1868.
Los Misioneros del Espíritu Santo se fundaron el 27 de
mayo de 1703 en Francia, por Poullart des Places, y hoy están presentes en más
de 60 países de los cinco continentes con 3.000 sacerdotes y religiosos.