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5 de noviembre de 2012

Imphal y el DOMUND: acompañando a una diócesis de misión en continuo crecimiento


Mons. Dominic Lumon
107.000 dólares ha sido la cantidad destinada este año a la diócesis india de Imphal por las Obras Misionales Pontificias y el DOMUND. Su obispo, Mons. Dominic Lumon, presentó diversos proyectos de su diócesis solicitando la solidaridad de la Iglesia universal para esta joven diócesis con una población católica en continuo crecimiento.
La diócesis de Imphal cubre el estado indio de Manipur, una de las zonas más orientales de este gigantesco país y cuyo nombre significa la “tierra de las joyas”. Situada al norte de Tailandia, y habitada por tribus, los misioneros salesianos llegaron en 1938 y fueron recibidos con los brazos abiertos por el marajá de aquel entonces que había estudiado con ellos en un colegio salesiano en Shillong. Uno de aquellos misioneros se convertiría en obispo de la zona. El padre Orestes Marengo, salesiano italiano, siempre fue consciente de la necesidad de que hubiera sacerdotes y religiosos en los pueblos si se quería hacer llegar el mensaje del Evangelio, sobre todo a través del ejemplo de vida. Setenta años después de la entrevista con el marajá, 56 sacerdotes diocesanos y más de un centenar de religiosas nacidas en Manipur y que dedican su vida a su propio pueblo, son una prueba del crecimiento de esta Iglesia.
Aún así uno de los primeros impulsos misioneros serios lo dieron dos laicos, dos estudiantes del mismo colegio salesiano del marajá, Dominic Shomi y George Hongrei. En 1952, hace ahora 60 años, estos dos católicos invitaron al padre Marocchino, capellán del hospital de la ciudad india de Kohima, a que visitara la aldea de Hundung. Habían preparado a 350 personas y querían recibir el bautismo.
Los proyectos a los que se ha enviado dinero este año forman parte de un largo rosario cuyas cuentas fueron las primeras ayudas que destinó el DOMUND en los años 60, en un compromiso continuado con lo que fue una misión que apenas contaba con unos centenares de cristianos. Y así en este 2012 se está construyendo una casa para las cuatro religiosas que viven en Shangting, una aldea remota que forma parte de la parroquia de Churachandpur. Las hermanas se ocupan de la asistencia médica y de la educación para esta aldea y las de los alrededores. En una situación similar se encuentran las Misioneras de Cristo en Kakching, donde cuentan con el apoyo de 300 familias católicas para llevar adelante labores sociales y de evangelización.
Otro proyecto es la Iglesia del Jiribam Mission Centre, también emplazado en una zona bastante alejada que tiene alrededor cinco aldeas con más de 1.400 católicos, una cifra que sigue en aumento año tras año. Este año también se comenzarán las iglesias de Shangting, en la aldea de las religiosas antes mencionadas, y de Joupi, que serán verdaderos centros de evangelización, educación y mejora social