“No abrigamos la pretensión de enumerar aquí los grandes
hechos y los actos meritorios que el ilustre fallecido ha realizado durante su
vida. Se han dado muchísimos testimonios de los hechos de este hombre. Así que,
ante los múltiples valores humanos que ha encarnado su Santidad el Papa Juan
Pablo II, ha parecido bien que el ayuntamiento de Ouagadougou honre su memoria
e inmortalice su nombre en una de nuestras arterias: Avenida Papa Juan Pablo
II”. Estas fueron las palabras del alcalde de la Ouagadougou, capital de
Burkina Fasso, el pasado 22 de diciembre, al dedicar una de las principales
avenidas de la ciudad al anterior Papa.
A la ceremonia en la avenida recién dedicada al beato
Juan Pablo, asistieron el nuncio apostólico en Burkina Fasso, el presidente de
la Conferencia Episcopal, y diversos embajadores de varios países. Mons. Vito
Rallo, nuncio de su Santidad, expresó su reconocimiento al alcalde y a todo el
consejo municipal por el honor que hacía a la Iglesia y recordaba las dos
visitas que realizó Juan Pablo II al país.