“Misión: un corazón, muchas voces” es el lema que reunirá
en Sydney del 29 de abril al 1 de mayo a todos los organismos, congregaciones y
personas interesadas en el mundo misionero en Australia. Se trata de responder
a la pregunta: ¿Cómo será la misión de la Iglesia en el año 2025? Un encuentro
misionero que tendrá lugar en el Salón de Congresos de la ciudad que acogió la
penúltima Jornada Mundial de la Juventud.
El padre Stephen Bevans, de la Sociedad del Verbo Divino,
presentará en el primer día una visión de la misión en el mundo de hoy. La
hermana Maureen McBride, de las Hermanas de Nuestra Señora de las Misiones,
presentará la labor de su congregación, un tercio de cuyas hermanas tiene menos
de 40 años, y cómo impulsar la misión desde el liderazgo, con el texto
inspirado en el libro de los Proverbios: Si no hay profetas, el pueblo perece.
En el segundo día, con “Peregrinos de la Esperanza: la
espiritualidad del emigrante y la misión hoy”, Gemma Tulud Cruz, teóloga en la
Universidad Católica Australiana, identificará las cuatro características de la
espiritualidad del peregrino y del emigrante: la esperanza valiente, la
resistencia creativa, la fe inquebrantable, y la pertenencia a una comunidad
festiva. Características que deben inspirar la misión hoy. Con la presencia de
Graeme Mundine, responsable de la pastoral aborigen de la archidiócesis de
Sydney, se dialogará sobre “La Misión hoy: ¿Cómo la hacemos? ¿Qué hacemos?”. Se
trata de una realidad única y compleja, multifacética: testimonio,
proclamación, celebración litúrgica, trabajo por la justicia, implicación en el
diálogo interreligioso y secular, inculturación, compromiso por la
reconciliación.
En el tercer día el arzobispo de Brisbane, Mons. Mark
Coleridge, expondrá los fundamentos bíblicos de la misión, puesto que la raíz
de la labor misionera, siempre ha de ser la Palabra de Dios, fundamento,
imperativo, motivación e inspiración de la misma.
Vivir y misionar en el espíritu de Mary MacKillop, será
la intervención conclusiva de este congreso. Kath Evans, cuya cura fue
reconocida como uno de los milagros necesarios para la canonización de Santa
Mary MacKillop, la primera santa australiana, compartirá esta experiencia que
transformó su vida, impulsándola a avanzar en la fe y da un sentido de misión a
su vida.