Vanel-Charles Nsilu y Jean Paul Malonda son dos
seminaristas de los más de 40 que se forman en el seminario mayor Juan XXIII de
Kinshasa, República Democrática del Congo. En el elenco de seminaristas, junto
a su nombre y apellidos, se encuentra la parroquia de cada uno, el lugar donde
maduraron su fe y decidieron seguir a Cristo en el sacerdocio. Vanel es de la
Parroquia de San Martín y Jean Paul de la del Buen Pastor. Por eso, recorrer la
lista de seminaristas es recorrer las parroquias de Kinshasa: Santa Ágata,
Santos Ángeles, Sagrada Familia… Las comunidades de esas parroquias siempre
estarán presentes como un “apellido” de estos seminaristas.
Son un grupo de jóvenes congoleños que se ordenarán
sacerdotes en los próximos dos o tres años. En otro seminario en Kinshasa, el
de Saint André Kaggwa, estudian filosofía otros 67 seminaristas. Una vez
terminado ese ciclo de su preparación al sacerdocio pasarán también al
seminario Juan XXIII. Ambos seminarios reciben la ayuda de la Obra Pontificia
de San Pedro Apóstol, cuya jornada de apoyo a las vocaciones en países de
misión se celebrará en España el próximo domingo 28 de abril.
El lugar que ocupa el seminario es conocido como la “Cité
du Séminaire”, la ciudad del seminario. Ocupa 11 hectáreas y, en este recinto,
hay una gruta mariana, una parroquia, una guardería, una escuela de primaria,
el propio seminario Juan XXIII, campos de fútbol y campos de labor – en los que
los seminaristas trabajan para apoyar el presupuesto del seminario – y hasta un
cibercafé para los jóvenes de la zona.
Cuando se creó el seminario, allá por octubre de 1967,
había 12 seminaristas. Hoy entre ambos seminarios, el Juan XXIII y el Saint
André Kaggwa, suman más de cien, que aseguran una esperanza y un futuro
prometedor a la archidiócesis primada del Congo. Por eso, la Obra de San Pedro
Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, sigue apostando por
esta esperanza – el lema de la campaña del 28 de abril es precisamente
“Vocaciones nativas, señal de esperanza” - y este año, además de los 29.450
dólares enviados para el sostenimiento del día a día, ha aprobado un proyecto
de 110.000 dólares para acometer una rehabilitación urgente que permita que
esta “ciudad del seminario” pueda seguir funcionando otros cuarenta años.