
Son cinco los aportados identificados en este documento:
los derechos del hombre, los desafíos de la educación, el papel de la mujer, el
sistema educativo y la gestión de los recursos naturales. En todos estos
apartados han presentado la labor de la Iglesia en estos 50 años desde la
independencia. Pero recuerdan que las organizaciones internacionales, como las
Naciones Unidas, han puesto a Chad en el último lugar, en la lista de países
del mundo, en cuanto a buena gestión, calidad de los servicios dispensados y
desarrollo humano.
Los obispos chadianos han pedido que se luche contra la
corrupción, que se eduque mejor a las futuras generaciones, que se distribuyan
mejor las considerables riquezas naturales del país. El presidente de la
Conferencia Episcopal, Mons. Jean-Claude Bouchard ha señalado que nadie va a
impedir que la “Iglesia católica diga lo que piensa”, en referencia a la
expulsión del obispo de Doba