La misionera en la India Carmen Sancho, cuenta cómo se
celebran las primeras comuniones en la misión de Sonapahar, diócesis de
Nongstoin, en la India.
“La Misión tiene ahora 70 pueblos en un radio de 45 Km. A
la mayoría hay que llegar andando, subiendo, bajando montes y cruzando ríos.
Tiene solo dos sacerdotes. Uno permanece en la misión y otro va visitando todos
los pueblos, para sacramentos y bautizos.
Una hermana – yo lo hice durante cinco años – visita la
familias cristianas de los pueblos En cada pueblo hay una escuelita para la
primaria .El párroco paga a los maestros y ellos, se entiende, enseñan
catecismo. Al comenzar la escuela rezan las primeras oraciones. Cuando cumplen
los siete años se supone que hay que prepararlos para la primera comunión
.Teniendo en cuenta que son niños de primera o segunda generación de
cristianos. La fe llegó a estas zonas apenas hace 50 años. Ni siquiera los
maestros están bien preparados.
Se organizan primeras comuniones en dos o tres distritos
de la parroquia y todos los niños y niñas de esos distritos acuden allí por
tres días. Duermen en el santo suelo, sobre unas esteras, se traen lo que
pueden para cubrirse .Mujeres católicas del distrito guisan para ellos. La
hermana de pastoral, yo lo hice por muchos años, explica lo importante de los
sacramentos con la ayuda de audiovisuales .Los maestros y maestras se encargan
de que sepan las oraciones .Y llega por fin el gran día para ellos. Hace años
no tenían ni un vestido decente y guardábamos en casa vestidos blancos que nos
habían llegado para vestirles ese día. Hoy en día ha mejorado muchísimo.
Normalmente, las primeras comuniones se celebran bien
antes de la fiesta de la Virgen en mayo o antes de la procesión del Corpus que
aquí la celebramos cuando las lluvias monzónicas han terminado y los
comunicantes acompañan a la Virgen o al Santísimo. Las procesiones aquí son
verdadera manifestación de Fe .Siempre cantando o rezando el rosario, nadie
habla.
Todo el NE de India fue primeramente evangelizado por los
Salesianos y han dejado gran devoción a la Virgen, Auxilio de los Cristianos.
En el mes de mayo, se reúnen por zonas los vecinos al anochecer, aquí las 6 de
la tarde, para rezar juntos el Santo Rosario. Cada día van a una casa. Como las
casas son chabolas pequeñas, lo rezan a la entrada, campo abierto. Cada día
después del Rosario una persona dirá algo sobre su experiencia personal de su
devoción a la Virgen.
Es costumbre preparar un gran buzón en la Iglesia, donde
echarán las cartas que cada persona escribe a la Virgen. Y el día 31 por la
tarde, todos los grupos se reúnen en la Iglesia y después de rezar el Rosario
se queman las cartas”