Hace unos días se celebraba en Alicante un encuentro de
animadores
misioneros, que pudieron escuchar el testimonio del misionero en
Nicaragua Mariano Martínez Pérez, un sacerdote del Instituto Español de
Misiones Extranjeras, nacido en la localidad alicantina de Rafal:
“Vivo en Nueva Guinea, una ciudad al sureste de este país,
en la parte más pobre del mismo, estamos en la zona del Atlántico. Aquí las
personas viven de la agricultura y de la ganadería, pero podríamos decir, que
es una economía de subsistencia. A nivel cultural cuesta mucho que los niños y
niñas tengan acceso a una formación superior a la primaria. Muchos se quedan
ahí. También es muy limitado el acceso a la salud, los hospitales son escasos y
con pocos medios. A nivel de caminos también son muy limitados. Hay unos
cuantos caminos de tierra que soportan tráfico rodado durante todo el año, pero
en la época de lluvias sólo pueden circular camiones o vehículos 4x4.
A nivel religioso, Nueva Guinea pertenece al Vicariato
Apostólico de Bluefields, que abarca los departamentos civiles de la Región
Autonómica del Atlántico Sur (RAAS) y Región Autonómica del Atlántico Norte
(RAAN), territorialmente es la mitad de Nicaragua. Somos unos treinta
sacerdotes, para casi un millón de habitantes, y la mitad somos extranjeros. En
la parroquia de Nueva Guinea somos sacerdotes tres españoles del IEME y
atendemos unas 130 comunidades con una población de unos 140.000 habitantes. La
ciudad tiene unos treinta mil y en las comunidades rurales el resto. La mitad
de la gente pertenece a sectas evangélicas. La Iglesia católica se va abriendo
paso poco a poco en esta sociedad. Todavía falta mucho por hacer.
Este año estamos celebrando los cien años de la creación
del vicariato y desde hace tres años llevamos un plan de trabajo para descubrir
a Jesús en la Palabra (2011) en la Eucaristía (2012) en la caridad (2013). Nos
unimos a la Iglesia Universal en el año de la Fe desde la perspectiva de la
caridad. La caridad es el termómetro de la fe. Como dice la carta de Santiago
por mis obras te manifestaré mi fe.
En la asamblea de inicio de curso, en enero, nos
propusimos: conocer más de cerca las realidades de nuestras familias y hemos
hecho una ficha familiar para conocer las situaciones de pobreza de nuestra
gente. Gente que no tiene documentación básica, estudios, enfermos,
discapacitados, situaciones de abandono y soledad, violencia intrafamiliar,
situaciones laborales precarias… Potenciar las caritas, que aquí llamamos
comité social, como expresión de nuestra fe. Tomar conciencia de lo que dice el
Evangelio: “lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos a mi me lo hicisteis”;
vivenciar las bienaventuranzas y las obras de caridad. Todo esto sin olvidar
las otras tareas de la vivencia de la fe en la comunidad.
Este año está siendo una experiencia rica a este nivel,
descubriendo que la vivencia de la caridad es una parte esencial de la
evangelización. Además este año estamos construyendo un templo nuevo para una
parroquia nueva y estamos desarrollando un proyecto económico para apoyar las
vocaciones sacerdotales de nuestra parroquia y la diócesis de Orihuela-Alicante
nos va apoyar a través de la Fundación Misión y Promoción