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5 de septiembre de 2013

Tres sacerdotes para 130 comunidades y 140.000 habitantes


Hace unos días se celebraba en Alicante un encuentro de animadores
misioneros, que pudieron escuchar el testimonio del misionero en Nicaragua Mariano Martínez Pérez, un sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras, nacido en la localidad alicantina de Rafal:
“Vivo en Nueva Guinea, una ciudad al sureste de este país, en la parte más pobre del mismo, estamos en la zona del Atlántico. Aquí las personas viven de la agricultura y de la ganadería, pero podríamos decir, que es una economía de subsistencia. A nivel cultural cuesta mucho que los niños y niñas tengan acceso a una formación superior a la primaria. Muchos se quedan ahí. También es muy limitado el acceso a la salud, los hospitales son escasos y con pocos medios. A nivel de caminos también son muy limitados. Hay unos cuantos caminos de tierra que soportan tráfico rodado durante todo el año, pero en la época de lluvias sólo pueden circular camiones o vehículos 4x4.
A nivel religioso, Nueva Guinea pertenece al Vicariato Apostólico de Bluefields, que abarca los departamentos civiles de la Región Autonómica del Atlántico Sur (RAAS) y Región Autonómica del Atlántico Norte (RAAN), territorialmente es la mitad de Nicaragua. Somos unos treinta sacerdotes, para casi un millón de habitantes, y la mitad somos extranjeros. En la parroquia de Nueva Guinea somos sacerdotes tres españoles del IEME y atendemos unas 130 comunidades con una población de unos 140.000 habitantes. La ciudad tiene unos treinta mil y en las comunidades rurales el resto. La mitad de la gente pertenece a sectas evangélicas. La Iglesia católica se va abriendo paso poco a poco en esta sociedad. Todavía falta mucho por hacer.
Este año estamos celebrando los cien años de la creación del vicariato y desde hace tres años llevamos un plan de trabajo para descubrir a Jesús en la Palabra (2011) en la Eucaristía (2012) en la caridad (2013). Nos unimos a la Iglesia Universal en el año de la Fe desde la perspectiva de la caridad. La caridad es el termómetro de la fe. Como dice la carta de Santiago por mis obras te manifestaré mi fe.
En la asamblea de inicio de curso, en enero, nos propusimos: conocer más de cerca las realidades de nuestras familias y hemos hecho una ficha familiar para conocer las situaciones de pobreza de nuestra gente. Gente que no tiene documentación básica, estudios, enfermos, discapacitados, situaciones de abandono y soledad, violencia intrafamiliar, situaciones laborales precarias… Potenciar las caritas, que aquí llamamos comité social, como expresión de nuestra fe. Tomar conciencia de lo que dice el Evangelio: “lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos a mi me lo hicisteis”; vivenciar las bienaventuranzas y las obras de caridad. Todo esto sin olvidar las otras tareas de la vivencia de la fe en la comunidad.
Este año está siendo una experiencia rica a este nivel, descubriendo que la vivencia de la caridad es una parte esencial de la evangelización. Además este año estamos construyendo un templo nuevo para una parroquia nueva y estamos desarrollando un proyecto económico para apoyar las vocaciones sacerdotales de nuestra parroquia y la diócesis de Orihuela-Alicante nos va apoyar a través de la Fundación Misión y Promoción