Los días 7 y 8 de septiembre tuvo lugar la celebración
del 50 aniversario de la diócesis de Hwange en Zimbabue, una fiesta cargada de
símbolos, color y alegría, que culminó el domingo 8 de septiembre con la magna
Eucaristía de Acción de Gracias presidida por el obispo local Mons. Alberto
Serrano y que contó con la presencia de otros Obispos del país, un buen número
de sacerdotes y casi 5.000 fieles cristianos venidos de todas las misiones.
El misionero de la archidiócesis Mérida-Badajoz en
Zimbabue, Serafín Suarez Hidalgo, cuenta los tres pilares en los que se
fundamentó este acontecimiento:
“1.- Recordamos: fue un momento intenso para hacer un
poco de historia, mirar aquello que hemos logrado y al mismo tiempo pedir
perdón por todo aquello en lo que hemos fallado como Iglesia. Pero también fue
este un momento bonito para recordar a tantas personas que a lo largo de estos
50 años han sido artífices de que la fe crezca en nuestro pueblo.
En ese recuerdo nuestra archidiócesis de Mérida-Badajoz
estuvo presente, dimos gracias por nuestros compañeros Pedro Mancha, Pedro
Solís y José Manuel Puente, pioneros en estas tierras y todavía presentes en la
memoria de algunos cristianos.
Dimos gracias por la generosa ayuda económica que durante
estos años la archidiócesis de Mérida-Badajoz, a ofrecido a esta Iglesia local
de Hwange, unas veces a través del Fondo Diocesano de Solidaridad, otras a
través de pueblos como Hornachos, San Vicente de Alcántara, Fuente del Maestre,
la Parroquia de Santa Eulalia en Badajoz, Ribera del Fresno y muchas personas
particulares, entre todos habéis hecho posible que se creen nuevas Misiones
(Dandanda, Lusulu) entre todos habéis hecho posible la construcción de
escuelas, clínicas así como contribuir a paliar las necesidades básicas de este
pueblo.
2.- Celebramos: fue el segundo aspecto resaltado.
Celebramos que como en María, Dios ha estado grande con nosotros, celebramos
que queremos vivir con intensidad nuestro proyecto diocesano de ser una
Iglesia-Familia al servicio de los más pobres y necesitados.
3.- Creemos: en el marco del año de la fe quisimos hacer
también una renovación de nuestros compromisos cristianos, afirmando nuestra fe
en el Dios que nos ha convocado, para vivir como nos dice el Papa Francisco
nuestra fe al servicio de la verdad de la justicia y de la paz.
Y después de esto ¿Qué?: Sencillamente ahora nos toca
bajar del Tabor y ponernos de nuevo en camino, mirando al futuro con alegría y
esperanza, seguir en la brecha en la construcción del Reino de Dios, siendo una
Iglesia sencilla, cercana y al servicio de los hombres y mujeres de este
pueblo.
Desde aquí, desde esta pequeña porción del pueblo de
Dios, a todos los que os sentís cercanos a nosotros, a todos los que colaboráis
con nosotros, simplemente os decimos: Siyabonga, Tatenda, Talumba, Taboboka,
Gracias”