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23 de diciembre de 2013

Los 25 años de la canonización de un misionero en el mes de las misiones en Lugo


La Delegación de Misiones de Lugo organizó del 12 al 20 de octubre una semana intensa de animación misionera que puso en diálogo diversos aspectos de la vida cristiana con la dimensión de la misión Ad Gentes. Dicha animación tuvo lugar en Lugo capital, Quiroga, Sarria, Monforte, Melide, Bonxe y Santa Comba, mostrando así cómo la misión debe marcar profundamente tanto a las personas concretas, con sus actividades, como los lugares en donde se desarrollan, sin dejar de lado a nadie.
Con la participación de Rolando Ruiz Durán, misionero javeriano, se ha buscado vincular la dimensión misionera Ad Gentes a la vida rural, a la vida escolar (desde infantil hasta bachillerato), al seminario mayor y menor, a la vida contemplativa, a los sacerdotes, a la vida ascendente, a la vida parroquial, a los internos del centro penitenciario, a los niños de comunión y confirmación, a los adoradores perpetuos.
Con una novena en la Parroquia de San Pedro con motivo de los 25 años de su canonización, la figura del santo y misionero José María Díaz ha sido un acicate para la celebración de estas semanas misioneras. Nacido en 1818, en Suegos, Ayuntamiento de Pol, San José María Díaz Sanjurjo era alumno del seminario diocesano de Lugo antes de hacerse dominico. Partió como misionero a Vietnam, entonces conocido como Tonkín, donde sería obispo a los 34 años. Cinco años después sería martirizado, el 20 de julio de 1857 a los 39 años. En 1988 sería canonizado junto a Dung Lac y sus compañeros mártires vietnamitas.
En dos vigilias misioneras, una celebrada en la parroquia de San Antonio de la ciudad de Lugo y la otra en Monforte, los asistentes pudieron unirse en oración y escuchar los testimonios de misioneros lucenses, laicos, religiosas y religiosos