La ceremonia, presidida por el arzobispo de Kigali, Mons.
Thaddée Ntihinyurwa, se ha desarrollado en la explanada de la iglesia con la
presencia de miles de fieles, que han mostrado su talento en el canto y en las
danzas litúrgicas. Al iniciar la misa, el Nuncio Apostólico de su Santidad,
Mons. Luciano Russo, ha leído un mensaje del Papa Francisco quien se unía la
alegría de los fieles de la parroquia de la Sagrada Familia. El Papa les
animaba a formar una comunidad unida y fervorosa, a imagen de los primeros
cristianos, y confiaba la parroquia a la protección de la Sagrada Familia.
Uno de los momentos más emotivos fue la procesión de la
Palabra de Dios, encabezada por el padre Stanislas de Jambline, un misionero de
África, Padre Blanco, de 91 años de edad que ha pasado nada menos que 64 años
de su vida en la misión de Ruanda.
El arzobispo de Kigali recordó la aportación que la
Iglesia ha hecho al desarrollo del país, algo de lo que la Parroquia de la
Sagrada Familia es un claro ejemplo. En el mismo año 2013 comenzaba la escuela
primaria que sigue hoy activa, y también un dispensario que fue el origen del
actual Centro Hospitalario de Kigali, y un centro de formación técnica de los
padres salesianos, cuyos alumnos hicieron una aportación inestimable a la
ciudad de Kigali tras la independencia en 1962.
Además la parroquia ha dado una veintena de vocaciones
sacerdotales, entre las que destaca el fundador de la comunidad religiosa
ruandesa de Hermanas Abizeramariya, Mons. Raphaël Sekamonyo. De la parroquia
nacieron además las parroquias de Rutongo en 1955, Nyamata en 1957, Kabuye en
161, Kicukiro, Saint Michel y Masaka en 1963, Nyamirambo en 1964, Shyorongi en
1967, Ndera en 1970, Gikondo en 1976, Gishaka en 1992 y Kacyiru en 2004.