El jesuita indio Cedric Prakash ha sido galardonado con
el Premio Madre Teresa por su lucha y defensa de los musulmanes de Gujarat.
Según informa Asia News, este año el reconocimiento dedicado a la beata de
Calcuta es para este sacerdote, director del centro para los derechos humanos
en Prashant, un gran defensor de las víctimas de las masacres y ataques de
2002. Un reconocimiento, que según explica el sacerdote “evidencia cuánto el
mundo de hoy tiene más necesidad de la beata y de la obra de las Misioneras de
la Caridad”.
Para este jesuita la Madre Teresa es un "símbolo
universal de caridad y compasión en el sentido más alto del término. Nos ha mostrado
como cuidar a los moribundos, a los enfermos, a las viudas, a los huérfanos y a
los ‘desechos’ de la sociedad. Después de su muerte, sus hermanas las Hermanas
Misioneras de la caridad, han llevado adelante su obra en silencio, cuidando de
los más pobres entre los pobres, dejados en las periferias de la
sociedad". Este premio, explica el jesuita, “es un reconocimiento a la
realidad actual, en la cual la diferencia entre ricos y pobres se está
agrandando siempre más. Y con eso, crece la injusticia social”.
El padre Cedric se había comprometido en ayudar, y así lo
hizo, a las víctimas de enfrentamientos entre hindúes y musulmanes ocurridos en
Gujarat en 2002, y es muy apreciado por su búsqueda incondicional de la
justicia.
El premio lo concede la Harmony Foundation, asociación
nacida en 2005 para garantizar que la herencia de la beata Teresa de Calcuta
sea honrada. Cada año la organización asigna un premio principal y una serie de
reconocimientos menores. En el 2013 el ganador fue Sam Childers, un activista
que trabaja con los niños-soldados.






















































