El director de la obra salesiana “Don Bosco Youth
Centre”, el padre Nicola Ciarapica, ha enviado a la agencia ANS información de
primera mano sobre la situación en el distrito de Matadi, Monrovia, donde el
virus Ébola, entre miedo, desconfianza y la pobreza, sigue cobrando víctimas.
“La situación es algo confusa y la gente tiene miedo.
Miedo no solo de la infección, sino también de ser aislados o ser llevados a
los lugares asignados a los enfermos si un miembro de la familia está
infectado; así ocultan los cadáveres sin denunciarlos para tener tiempo de no
ser descubiertos y de moverse a otro lugar. A menudo, difundiendo el contagio.
El miedo ha hecho perder la confianza en el servicio de
salud de las clínicas privadas e incluso en los grandes hospitales, que se han
reabierto. A menudo se tiene miedo de buscar tratamiento para la malaria, la
fiebre tifoidea o una tos... así que muchos mueren por estas enfermedades. En
el barrio de Matadi, el 70% de la población vive con el trabajo diario (son
vendedores en puestos ambulantes, taxistas, trabajadores, desempleados...).
Sólo el 30% tiene una casa construida con bloques de hormigón. Tienen poco
dinero para comer, menos para una casa, y menos aún para un ambiente higiénico
protegido.
Con los animadores más maduros y preparados continuamos
nuestro servicio de información a la gente, distribución de artículos para la
higiene, colaboración con las organizaciones médicas y sobre todo, ayuda a las
familias que económicamente están en dificultad”.
Por su parte, los jóvenes, cristianos y musulmanes,
pertenecientes al grupo “Dominic Savio and Don Bosco” siguen comprometidos
incondicionalmente en proteger a la población local, alentados también por
diversos casos de curación del virus.
“Mis amigos y familiares estuvieron muy preocupados por
mí, en esta situación. Me recomendaron de muchas formas volver a Nigeria, pero
me dije a mí mismo: esta es una situación que requiere la contribución y la
ayuda de todos, no importa si es poco, y porque Dios me ha dado la vida y la
buena salud, la estoy usando para el bien de otras personas”, insiste sin
rodeos Josephat, el creador y líder del grupo, señala la agencia salesiana ANS.
El contexto social en el que los jóvenes se encuentran
trabajando es siempre muy difícil, dado que, a pesar de todas las noticias y
las medidas puestas en marcha, todavía hay una gran cantidad de personas que no
creen que haya una epidemia de Ébola, pero en cambio critica y acusa al
Gobierno y al Ministerio de Salud de querer robar el dinero y preocuparse solo
de salvaguardar los animales salvajes, monos y murciélagos, los principales portadores
del virus.
Recientemente ha habido buenas noticias: se confirmó que
alrededor de 34 personas se han curado del Ébola. Del testimonio de muchos de
ellos, el factor más importante que ha facilitado en gran medida la curación
era una dieta correcta, junto con el cuidado adecuado por parte de los
trabajadores de la salud. “Esto ha motivado a nuestro grupo a extender nuestra
misión directamente a los pacientes con Ébola - cuenta Josephat - ya cuando no
podemos llegar a ellos personalmente, donamos alimentos, desinfectantes, agua
mineral, dinero (especialmente para apoyar y motivar a los trabajadores de la
salud), cloro y cloruro, jabones de baño y jabón en polvo, contribuyendo a
través del fondo de Caridad del Arzobispo. Compramos todo lo necesario y lo enviamos
a nuestro párroco, quien lo envía al arzobispo, y de éstos se distribuye a los
diversos centros de aislamiento del Ébola presentes en Monrovia. Se trata de
una iniciativa del arzobispo como aporte de la archidiócesis a la lucha contra
el Ébola”.
De acuerdo con las estadísticas proporcionadas por el
Ministerio de Información el 3 de septiembre, 1.015 han sido las muertes
sospechosas de Ébola en Liberia. “La buena noticia es que dos condados del país
actualmente están libres del virus; y el condado en el que se encuentra el
pueblo en el que hemos estado trabajando, ahora ha reducido el número de casos
de Ébola”, dijo Josephat