La religiosa italiana Eugenia Giampaoletti fue
galardonada con el premio Vallesina, que recibirá de la presidenta de la Cámara
de Diputados de Italia, Laura Boldrini, por su trabajo en la provincia de
Santiago del Estero, en concreto en la ciudad de Añatuya, Argentina, donde vive
desde hace más de 33 años. La religiosa, que pronto volverá a la diócesis
argentina, aseguró que desea entregar el resto de su vida al servicio de la
evangelización en esa tierra: “El 11 de agosto parto para Añatuya, y allí me
voy a morir”.
Añatuya es una de las zonas más inhóspitas de la
provincia de Santiago del Estero. La diócesis se extiende a través de 68.000
kilómetros cuadrados, cuenta con una población estimada en 150.000 habitantes,
que viven en gran parte en pequeños poblados y en ranchos rodeados de monte.
La religiosa, perteneciente al grupo Nuestra Señora de
América, precisó que trabaja con niños y que se graduó como médica pediatra
para poder estar más cerca de las necesidades de la gente. “Aunque hay que
trabajar también con los adultos”, afirmó. Su objetivo es reconstruir en
Añatuya la casa de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos “Príncipe Umberto di
Savoia”, un centro de desarrollo social con el que busca involucrar la ayuda de
sus familiares, amigos y compatriotas