La Delegación de Misiones de Lugo organizó del 12 al 20
de octubre una semana intensa de animación misionera que puso en diálogo
diversos aspectos de la vida cristiana con la dimensión de la misión Ad Gentes.
Dicha animación tuvo lugar en Lugo capital, Quiroga, Sarria, Monforte, Melide,
Bonxe y Santa Comba, mostrando así cómo la misión debe marcar profundamente
tanto a las personas concretas, con sus actividades, como los lugares en donde
se desarrollan, sin dejar de lado a nadie.
Con la participación de Rolando Ruiz Durán, misionero
javeriano, se ha buscado vincular la dimensión misionera Ad Gentes a la vida
rural, a la vida escolar (desde infantil hasta bachillerato), al seminario
mayor y menor, a la vida contemplativa, a los sacerdotes, a la vida ascendente,
a la vida parroquial, a los internos del centro penitenciario, a los niños de
comunión y confirmación, a los adoradores perpetuos.
Con una novena en la Parroquia de San Pedro con motivo de
los 25 años de su canonización, la figura del santo y misionero José María Díaz
ha sido un acicate para la celebración de estas semanas misioneras. Nacido en
1818, en Suegos, Ayuntamiento de Pol, San José María Díaz Sanjurjo era alumno
del seminario diocesano de Lugo antes de hacerse dominico. Partió como
misionero a Vietnam, entonces conocido como Tonkín, donde sería obispo a los 34
años. Cinco años después sería martirizado, el 20 de julio de 1857 a los 39
años. En 1988 sería canonizado junto a Dung Lac y sus compañeros mártires
vietnamitas.
En dos vigilias misioneras, una celebrada en la parroquia
de San Antonio de la ciudad de Lugo y la otra en Monforte, los asistentes pudieron
unirse en oración y escuchar los testimonios de misioneros lucenses, laicos,
religiosas y religiosos