Los religiosos camilos, una orden religiosa volcada al
servicio de quienes sufren la enfermedad – su nombre oficial es Orden de los
Ministros de los Enfermos – comparte el testimonio de uno de sus misioneros en
Burkina Faso. El padre Paul Ouedraogo es religioso camilo y médico y acaba de
terminar su especialización en pediatría en Italia. Se está preparando para
regresar a la misión de Burkina Faso, su país de origen, donde será responsable
del centro médico Camilo en Ouagadougou. En una entrevista concedida al padre
Danio Mozzi, camilo de la provincia Lombardía-Véneta, el padre Paul narra su
testimonio de médico y sacerdote.
"Comencé mis estudios en Burkina Faso, pero por
desgracia en 1999, debido a los problemas políticos, no pude terminar el primer
año de estudio - dice el padre Paul -. Mis superiores me propusieron venir a
Europa, así que hice la prueba en Roma para entrar en el hospital Gemelli. Al
terminar los seis años de estudio regrese a mi país, donde me pidieron que
trabajara en cirugía y pediatría, las prioridades de la comunidad. Tenía
experiencia en ambas áreas, pero sentí que podía ser útil al 100%, en
pediatría. Justo en ese periodo conocí a un médico de Brescia, Italia, que me
propuso hacer la especialización en el Hospital de Brescia, que cooperaba con
los Camilos en Burkina. Fui recibido en Italia, en la provincia Camila de
Lombardía-Véneto donde he realizado 5 años de especialización. Ahora he
terminado, y me alegro de volver a casa para ponerme al servicio de nuestras
obras, en mi país o en otro lugar, donde sea necesario”.
En Burkina Faso, los camilos están muy atentos a la salud
del niño y de la madre, que son los sectores más débiles de la sociedad de
Burkina Faso. “Cuando regrese a Ouagadougou trabajaré con mi comunidad en el
centro médico en San Camilo - dice el sacerdote - que se convertirá
gradualmente en un hospital. Después de 40 años necesita nuevos servicios y una
mayor organización interna. Junto a esta estructura, en el centro médico
también se realizan proyectos alimentarios. Se trata de un programa de
recuperación nutricional para niños desnutridos, todos los días pasan alrededor
de 100 o 120”.
Lanzando un llamamiento especial a los jóvenes, el padre
Paul los exhorta: “Los jóvenes que ya están trabajando para servir a los
enfermos, como enfermeras, médicos, fisioterapeutas, y que tal vez dentro de sí
sienten el deseo de servir al Señor de una manera especial, yo les digo que no
tengan miedo de darse al Señor. No tienen que tener miedo porque es bellísimo
ponerse al servicio de los demás”.
En su tesis, el Padre Paul ha profundizado sobre la
Sickle Cell desease. Es una enfermedad hematológica hereditaria que afecta al
3% de la población de Burkina Faso, en sus formas más graves. "Cada año,
12.000 niños nacen con esta enfermedad, y casi la mitad de ellos no superan los
5 años de vida. En el San Camilo de Ouagadougou son tratados 1.400 niños con
esta enfermedad, por lo que he pensado hacer un hospital de día para pacientes
que no saben a dónde ir cuando tienen una crisis. Nuestro centro es el más
grande de todo Burkina Faso y es el que ofrece mayor asistencia", agrega
el religioso camilo.