José Diego Román Fernández es un sacerdote diocesano de
Sevilla que ejerce su misión en Moyobamba, Perú, una prelatura enclavada en la
selva amazónica del este del país.
“En este tiempo, de Navidad, en el cual no nos olvidemos
recordamos el acontecimiento histórico más importante que jamás haya ocurrido
en la historia, junto con la Resurrección que el hijo de Dios se hace hombre,
es decir, que uno de la Trinidad Dios Hijo, se encarna en el mundo, todo eso es
mucho más importante que si hubo mula y buey en el portal de Belén, que si los
Reyes Magos, vinieron de mi tierra de Andalucía… Muchas veces la mayoría diría
yo, los medios de comunicación, sacan estas cosas, para esconder el verdadero
sentido de la Navidad, que no es otro que Dios se hace hombre, y la navidad
parecen otras cosas, como el consumismo. Acá se suelen hacer chocolatadas con
panetones, que son una especie de bizcochos con pasas. En cualquier sitio del
mundo la Navidad, será y seguirá siendo el nacimiento del hijo de Dios en un
humilde portal de Belén. No deja de ser curioso, celebrar la Navidad en manga
corta, con calor y sin tus guantes, ni bufanda, ni gorrito, ni polar…, mientras
no me pase igual que un año que estaba en un Colegio y dije que la Navidad en
España se celebra el 25 de diciembre, y también me dijeron los alumnos que ese
día también se celebraba allá.
Celebré las misas del gallo en dos comunidades. Muy
dignas pues entre esta gente sencilla y humilde, siempre creo que Dios tiene
predilección por ella. Pues en estas capillas que son de adobe, de madera, las
que mas con algo de ladrillos, Dios nace al igual que en cualquier catedral del
mundo. Fui con un grupo de jóvenes a celebrar la Navidad a una comunidad
lejana, a tres horas caminando entre lluvia, barro y montando de vez en cuando
en caballo, pues los jóvenes también se cansan y había que turnarse con el
caballo. Pero estuvo precioso cómo los niños del pueblo, los mayores, estaban
todos contentos pues iban a tener su celebración de navidad. Aquí vi reflejado
aquello que dice el Señor hay mucha mayor alegría en dar que en recibir, pues
es en estos sitios donde uno como sacerdote se siente realizado, ya que
esperaban hace más de medio año la Eucaristía y fue toda una sorpresa para
ellos celebrar la navidad con la Eucaristía. Después también hubo chocolatada,
panetones y se repartió algo de ropa y juguetes para los niños. Espero que
también os acordéis de los más necesitados en estas fechas.
Durante este mes de diciembre, también he tenido
sacramentos de iniciación cristiana en mi parroquia, concretamente por la
Inmaculada, más de cuarenta niños hicieron algunos sus bautizos, otros la
Primera Comunión y otros la Confirmación, y algunos los tres a la vez. Lo más
curioso fue que yo tuve que hacer de Obispo, pues Monseñor no pudo venir y
delegó en mí para hacer la confirmación a un grupo numeroso de jóvenes. Se ve
como con la oración de mucha gente y el trabajo pastoral que se está
desarrollando va dando ya sus frutos, en muchos jóvenes y en adultos y
familias, pues se ve una parroquia viva y con vocaciones. El Espíritu Santo
seguirá derramando sus dones para que la gente llegue más a Dios, para que
encuentre el verdadero sentido de sus vidas que está en Dios que se hace hombre
por nosotros y tenemos que dejarlo que nazca en nuestros corazones. Ya que no
hubo sitio para El, en ninguna posada de Belén si lo haya en nuestros
corazones, para que siempre reine el Amor, la Paz, la Esperanza, y dejar atrás
el odio, la venganza, la envidia, el rencor…
Ya llegó el final del curso académico, pues acá empieza
el curso en marzo y finaliza en diciembre, con motivo de los finales de curso
los que dejan el Instituto, los Colegios… hacen lo que laman sus fiestas de
promociones, y en todas las promociones tienen un padrino o varios y le dan un
nombre a esa promoción. Normalmente es alguien al que le tienen aprecio, o que
ha significado algo para ellos. Pues sí, un grupo de jóvenes de un pueblo que
se llama Carrizal, vio bien no solo nombrarme de padrino, sino también que la
promoción de ellos llevara mi nombre, así que la promoción se llamo Padre José
Diego Román Fernández. La verdad es que me lo pasé estupendo en esta fiesta y
con este grupo de jóvenes. Para más curiosidades, entre los componentes de la
promoción había varios de algunas sectas y todos fueron a la Eucaristía que
hicimos en Acción de Gracias por terminar en el Instituto.
Siempre muy unidos y más en estas fechas en la Oración a
los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Un saludo muy especial a toda mi
familia que, en estas fechas tan típicas, este año no puedo estar con ellos, y
también a mis amigos”.