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27 de marzo de 2013

Hacen falta pastores con olor a oveja

Declaraciones del cardenal Bergoglio pocos días antes de ir a Roma para el Cónclave
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 22 de marzo de 2013 (Zenit.org)
El padre Ángel Strada, en el programa Alianza de amor de la radio del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, habla sobre el encuentro que tuvieron con el cardenal Bergoglio en la reunión anual de sacerdotes de este movimiento de Argentina y Paraguay, días antes de dar comienzo el cónclave.
Una de las preguntas que le hicieron fue qué perfil debería tener el nuevo papa. El cardenal Bergoglio les respondió: "Les voy a decir cosas evidentes pero son las cosas en las que yo creo. Primero, tiene que ser un hombre de oración, un hombre profundamente vinculado a Dios. Segundo, tiene que ser una persona que cree profundamente que el dueño de la Iglesia es Jesucristo y no él y que Jesucristo es el Señor de la historia. Tercero, un buen obispo. Debe ser un hombre que sabe cuidar, acoger, tierno con las personas, que sabe crear comunión. Y cuarto, debe ser un hombre ahora que ayude a reformar la Curia". Sin quererlo, continua el padre Ángel, hizo una descripción de sí mismo. Es "un gran don del cielo que el cónclave le haya elegido", añade.
Hablando a nivel más personal, Strada cuenta lo que sintió cuando se despidió de él. "Me preguntó cómo iba la causa de la canonización del padre Kentenich (fundador del movimiento) y cuando nos despedimos pensé qué lástima que este hombre no vaya a ser elegido papa, pensando en el impedimento de la edad, pero ojalá sea alguien como él". Cuenta además cómo el cardenal Bergoglio bromeó sobre la posibilidad que lo eligieran, "nosotros le preguntamos como estaba la salud de él por el pequeño problema que había tenido en las piernas y nos respondió que ya estaba muy bien, un padre le dijo que tuviera cuidado porque, ya con buena salud, los cardenales le podían elegir papa, y nos respondió que no nos hiciéramos a esa idea y que ya lo tenía pensado, que iba a entrar al cónclave con un bastón, y los cardenales pensarán que a ese viejito no le vamos a elegir nunca".
"Una idea fija que tiene él --continúa narrando el padre Strada- la expresa con estas palabras: hay que buscar una Iglesia que esté en la calle. Él piensa que la Iglesia no debe cerrarse sobre sí misma porque se enferma. Tiene que ir a buscar a los hombre. Dice que nos equivocamos al pensar que en el rebaño tenemos 99 ovejas y hay una oveja descarriada que está afuera. Y es exactamente al revés, en el rebaño tenemos una oveja y hay 99 que están afuera, y el error nuestro es dedicarnos a la única ovejita que tenemos dentro". Cuenta el padre que a ellos les dijo "hoy no hacen falta clérigos, no hacen falta funcionarios clericales, hacen falta pastores que tengan olor a oveja, pastores que estén con las ovejas, que nunca las apaleen sino que las cuiden con mucho amor".