
Breogán pertenece a una asociación de laicos
comprometidos con la justicia Norte-Sur. En el año 2000, junto con otros tres
jóvenes de la misma asociación, decidió ir a realizar la prestación social del
servicio militar a República Dominicana. Allí estuvo viviendo durante nueve
meses con un misionero de nuestra diócesis, colaborando en las tareas
pastorales.
Josefina Palmeiro fue delegada de misiones de la diócesis
de Lugo durante nueve años. Es laica consagrada, perteneciente al Instituto de
las Aliadas. El obispo de nuestra diócesis, Fray José, pidió al Instituto una
persona para hacerse cargo de la delegación. Con generosidad y actitud de
obediencia, se puso al frente de dicha delegación.
Y Lorena es una joven, sobrina de una religiosa
misionera, que tenía una inquietud interior. Hablando con su tía, decidió
realizar una experiencia, durante un verano, en un colegio de unos de los
barrios más pobres de Montevideo.
Tres formas distintas de ser misionero laico: al amparo
de un grupo o asociación, o bien con espíritu de obediencia, o siguiendo la voz
de la conciencia. Dios se manifiesta de muchas maneras, pero siempre para salir
de nosotros mismos y llevar su Buena Noticia al mundo. Él siempre espera de
nosotros generosidad de espíritu.