En el Seminario Mayor del Espíritu Santo de Dhaka,
Bangladesh, se ha formado prácticamente la totalidad de todos los sacerdotes de
este país asiático, de mayoría musulmana y uno de los más pobres de la tierra.
Actualmente cuenta con 58 seminaristas y, desde su creación, en 1973, siempre
ha recibido cada año el apoyo económico de la Obra Pontificia de San Pedro
Apóstol. Este año han sido 57.425 dólares, con los que los responsables del
seminario afrontarán también un arreglo de pintura y reparación de pequeños
desperfectos en ventanas y puertas. En sus 40 años de funcionamiento, por él ha
pasado la esperanza de esta Iglesia que, aunque minoría, vive una fe vibrante.
Y todo esto a pesar de las expropiaciones de tierras a los cristianos y las
amenazas para convertirse al Islam.
Las vicisitudes de la Iglesia de Bangladesh han estado
ligadas a las del país. Dividido de la India tras la independencia y unido
artificialmente a Pakistán, a pesar de los miles de kilómetros que separaban un
país de otro, a principios de los setenta Bangladesh lograba su independencia.
Fue el 23 de agosto de 1973 cuando los cuatro obispos del país crearon en la
Catedral de Dhaka el seminario del Espíritu Santo. Dos años después se ponía la
primera piedra del edificio del seminario en el barrio de Banani. La ceremonia
la presidía precisamente el primer obispo nativo de Bangladesh, Mons.
Theotonius Ganguly.
Uno de los principales medios de formación del seminario
ha sido la experiencia, por lo que, desde su fundación, los seminaristas han
tomado parte siempre en actividades pastorales por todo el país. Esto ha
convertido el seminario de Dhaka en un centro de pastoral y sus profesores y
rectores – varios de ellos son los actuales obispos del país – han sido siempre
una referencia intelectual y cultural no sólo para la Iglesia. Esto hace que el
seminario destaque por la perseverancia de sus seminaristas.
Los obispos de Bangladesh, en sus visitas ad limina al
Papa – la visita que cada cinco años hacen todos los obispos del mundo a la
sede de Pedro – han recibido el respaldo de Juan Pablo II y de Benedicto XVI en
su apuesta por el seminario. La archidiócesis de Dhaka cuenta hoy con el doble
de sacerdotes que en 1973, la fecha de apertura del seminario, cuando sólo
había 50. En aquel entonces la mayoría de los sacerdotes eran misioneros
extranjeros, con presencia de sacerdotes indios. Los sacerdotes son más de 100,
pero también es cierto que con una parte de la diócesis de Dhaka se creó en el
2011 la nueva diócesis de Sylhet y, anteriormente Aizawl y Agartala, que
también cuentan con otro centenar más de sacerdotes