La Hna. María
de los Ángeles Hellinhaus, natural de Utrillas (Teruel), es Hija de la Caridad de
San Vicente de Paúl; está ahora en la Casa que las religiosas tienen en
Cáceres.
Pasó siete
años en Madagscar, el primero de ellos atiendiendo a leprosos. A causa de serios problemas alérgicos el
obispo de la Diócesis (que además era médico) la envió a otra misión en
Madagascar, donde atendió a innumerables niños famélicos, condenados a una
muerte prematura.
Durante
estos años desplegó una incansable labor samaritana: cuidaba a los niños, los
alimentaba hasta conseguir librarlos de la muerte: “los tenía a mi lado y cada
díez minutos les daba unas gotitas de leche, hasta conseguir que sus estómagos
fueran abituándose a los alimentos”.
Su
delicada salud determinó que sus superiores la obligaran a regresar a España.
Ahora, a pesar de sus años, sigue ejerciendo con abnegación el servisio a los
pobres. Pero su corazón vibra
recordando la hermosa aventura espiritual y humana de las misiones en
Madagascar.