Muchas gracias por la comunicación y por el interés que
muestran siempre por los misioneros de la tierra y de la Diócesis. Agradezco
las oraciones y todo el apoyo que siempre me han brindado.
Estoy en la ciudad de Lima, en una parrroquia, en un
distrito llamado Pueblo Libre, parroquia Nuestra Señora de la Caridad. Ya voy a
cumplir dos años de párroco.
Atrás, no olvidados, han quedado tantos años en las misiones
de los Andes: siete años en Cutervo, veinte en Chota, cuatro en Cajamarca.
Trece años en la emisora Radio Santa Mónica.
Recuerdo con mucho cariño todos esos años y no pierdo la
esperanza de volver. Te mantendré informado de mi vida misionera.
Mi quehacer es la de un sacerdote que quiere que sus
feligreses crezcan en el seguimiento de Jesús, tratar de hacer una iglesia más
comunidad, más cerca de los pobres y con más dinamismo misionero.
Son muchas la familias que están llegando a los nuevos
edificios que se construyen en la zona y hay que salir a su encuentro. Es lo
que nos pide el Papa y la Iglesia.
Pido vuestras oraciones ante el Señor y vuestra alegría.
Vamos todos en la misma barca, mar adentro, pero con Jesús.
El domingo celebramos la fiesta parroquia. Allí salieron a
relucir mis dotes musicales.
Un abrazo y hasta cuando quieran.
Jacinto
Anaya