• INFANCIA MISIONERA 2022


    ¡Comienza a preparar la jornada!
  • CONCURSO INFANCIA MISIONERA 2022


    Tú eres luz para el mundo
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES 2020


    ¡Así fue 2020 en Obras Misionales Pontificias!
  • AYUDA A LAS MISIONES


    Colabora con los misioneros españoles

12 de diciembre de 2013

“No desfallezco aunque sienta duro el terreno que piso”, dice el misionero salesiano Eduardo Martín


El misionero salesiano Eduardo Martín, comparte su labor misionera, con motivo del Domund 2013, y recuerda a los que le han precedido en la misión.
“Mi vocación surgió por contagio con los salesianos en Arévalo, Ávila. Viví grandes momentos en la adolescencia junto a cerca de 300 compañeros. Siempre me ilusioné con Miguel Magone, alumno de Don Bosco.
Viví experiencias muy fuertes en Pan Bendito, allí sufrí un atentado, y Caño Roto, en mi apostolado dominical. Siempre me impresionó la astucia de llegar a los más desfavorecidos ‘hasta la temeridad’. Me ordené sacerdote el 29 de junio de 1985. Desde 1990 estoy en América. En Colombia estuve 4 años con los Gamines-Niños de la calle. Allí sufrí un atentado el 5 de junio de 1992. Gracias a Dios la bala entró y salió sin tocar la columna vertebral. Estoy sano.
Vine desde Colombia invitado por Mons. Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga para iniciar un trabajo con los chicos de la calle en 1993. Luego estuve 6 años trabajando con la Primera Dama del país en el IHNFA y con Mons. Óscar hicimos un convenio que terminó en 2003. Regresaba para Colombia y Mons. Luis Alfonso Santos, SDB, al enterarse, me invitó a seguir aquí con otros proyectos.
Resido en la parroquia María Auxiliadora y colaboro con las misas en tres sectores de la misma: Zapote Norte, Villa Unión y Brisas de Olancho. En esta última hemos trabajado para conseguir una capilla propia. Acabamos de inaugurarla el año pasado, gracias a unos amigos palestinos de acá.
Llevo adelante algunos proyectos: Hogar Don Bosco-Internado de Niños de la calle; una guardería en Altos de la Cruz Roja, donde construimos 450 viviendas después del huracán Mitch; otras 7 guarderías en distintos barrios de la ciudad, Tegucigalpa. Tenemos 300 familias de becados casi todos ellos de la parroquia, con los que hemos llegado a un convenio de Alimento por Trabajo, es decir que ellos estudian (los miembros de la familia en edad escolar), y nosotros les damos mensualmente útiles, comida, ropa, medicinas, etc. Así no delinquen ni piden en las calles.
Desde Canadá, con la Asociación Canadian Food for Children tenemos un convenio por el que nos llega mensualmente un contenedor de 40 pies y 20.000 kilos para estos proyectos.
Desde Venecia con la parroquia salesiana tenemos un convenio de apadrinamiento. La asociación se llama Amici de Centroamérica. Nuestra asociación hondureña se llama Camino, Verdad y Vida.
Desde España colaboran mi familia y muchos amigos con la Asociación ‘Siempre Alegres’. Este 17 de octubre celebran un concierto para sacar ayudas para tantos chicos como llevamos adelante. También vienen muchos voluntarios de la Asociación Madreselva, dirigida por las Hijas de María Auxiliadora.
Si cada día desde la meditación y la oración no agarrara fuerzas para relativizar todo lo que vivo... ya hace tiempo que habría tirado todo. He visto morir a más de 300 jóvenes de la calle. Hemos sufrido todo tipo de robos y ataques...Pero ‘Dios escribe derecho con líneas torcidas’, como nos recuerda este octubre Santa Teresa.
No desfallezco aunque sienta duro el terreno que piso... siempre miro y releo la vida de tantos como nos han precedido... Muy cerca de acá ‘San Oscar Romero de América’. Dos sacerdotes asesinados el 25 de julio de 1975 en Los Horcones, Honduras. Maristas asesinados en África. Cada día leo alguna página del libro ‘Aquellas muertes que hicieron resplandecer la fe’, editado en Colombia... Cada día tiene su afán... Desde la Eucaristía diaria vemos la respuesta a esta ESPERANZA utópica del Evangelio... Seamos hermanos”