LA ALEGRÍA DE SER MISIONERO
Este
año, la celebración del Día de Hispanoamérica tiene una connotación especial:
por primera vez en la historia el papa procede de aquel continente.
El
lema de esta jornada surge de las profundas expectativas que su ministerio ha
levantado en la Iglesia y en el mundo:”la dulce alegría de evangelizar”.
Las
palabras del humilde y entrañable papa Francisco, sus gestos en clave de
cercanía y servicio, el estilo gozoso y fraterno que imprime a los encuentros,
están siendo gestos proféticos, que remiten a lo central y específico de la
misión: conversión a los pobres y experimentar la alegría de evangelizar.
Esta
experiencia de la ternura de Dios hacia los más necesitados, es la que ha
llevado a millares de misioneros españoles a dejar sus diócesis y comunidades
de origen, para compartir el gozo de la fe en el continente americano.
Desde
el año 1949 más de 2.300 sacerdotes españoles se incorporaron a la Obra de
Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) y han partido para la misión en
América. En la actualidad 309 permanecen allí y, cada año, se repiten nuevos envíos.
En
Brasil permanece Joaquín Rojo, natural de Valverde del Fresno, quien acaba de
celebrar sus bodas de oro sacerdotales. En la Eucaristía de acción de gracias,
celebrada en Valverde del Fresno, manifestaba su alegría: por la honda
experiencia vivida en las Comunidades Eclesiales en las que comparte su ministerio, por la
participación y corresponsabilidad de los seglares en la misión de la Iglesia y
la fuerza profética del compromiso con los pobres.
También
en Brasil, Félix Carrondo Pérez, después de varias décadas desarrollando la
misión, entregó su vida al Padre, y decidió que sus restos permanecieran, para
siempre, entre aquellos con los que había compartido la alegría del evangelio.
Esta
Jornada es una invitación a intensificar y profundizar los vínculos que unen a
España con Hispanoamérica y a fortalecer la comunión evangelizadora con todo el
mundo.
Nos
unimos con la oración y la ayuda a la admirable tarea que desarrollan estos
sacerdotes españoles en las comunidades hispanoamericanas.
Al mismo tiempo, renovamos la alegría de nuestra
vocación como miembros del Pueblo de Dios, siguiendo la inspiración del papa
Francisco: “El
verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con
él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la
tarea misionera…”
Pedro Jesús Mohedano Santibáñez
(Delegado Diocesano de Misiones)






















































