La Iglesia católica de Quebec manifiesta su alegría al
anunciarse el reconocimiento de las virtudes heroicas de Marcelle Mallet,
nacida en 1805 en Côte-des-Neiges en Montreal. Este gesto es una etapa
importante en el proceso de canonización de Marcelle Mallet (conocida como
Madre Mallet), fundadora de la congregación de las Hermanas de la Caridad de
Quebec. Hoy un total de 395 prosiguen su obra en Canadá, en Estados Unidos, en
Japón y en Paraguay. La Madre Mallet fallecía en 1871, después de una vida
entregada al Señor, al servicio de los pobres.
El cardenal Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec,
ha manifestado que, “en este día que la Madre Marcelle Mallet ha sido
reconocida venerable, toda la familia diocesana de Quebec comparte la alegría
de las Hermanas de la Caridad de Quebec, mujeres de caridad y de corazón”.
Varios lugares llevan el nombre de la nueva sierva de
Dios, como la Casa Mère-Mallet de Quebec (comedor de beneficencia, almacén de
ropa (etc.), en el Viejo-Quebec; la Casa Marcelle-Mallet de Pocatière
(viviendas destinadas a personas que viven con un problema de salud mental); la
escuela secundaria Marcelle-Mallet de Lévis; el Instituto Mallet y la cátedra
de investigación Marcelle-Mallet de la Universidad Laval sobre cultura
filantrópica.
Antes de que la Madre Mallet sea declarada santa por la
Iglesia, su causa, que se puso en marcha en 1978, debe recorrer cuatro etapas:
la investigación diocesana, el reconocimiento de la heroicidad de sus virtudes,
la beatificación y la canonización. Ahora ha finalizado la segunda etapa con el
reconocimiento de la heroicidad de sus virtudes por el papa Francisco,
siguiendo el estudio de historiadores, teólogos y cardenales de la Congregación
para la causa de los santos. Para la próxima etapa, la beatificación, se
requiere el reconocimiento de un milagro.