En una entrevista concedida a la agencia de noticias UCA
News, el misionero jesuita australiano Tony Herbert cuenta lo que han sido sus
50 años de misión en la India. Tenía 20 años cuando el provincial de los
jesuitas en Australia le preguntó si se imaginaba viviendo en la India.
“Trabajaré allí donde sea enviado”, fue su respuesta. En una semana se había
despedido de sus padres y estaba ya en un barco con destino a la India. Esto
fue hace 50 años, y allí sigue desde entonces. Comenzó a trabajar en los
colegios jesuitas y en otras actividades en las aldeas de uno de los estados
más pobres del país, Jharkhand. Así, viviendo inmerso en la vida de una
comunidad rural de dalits, los llamados “intocables”, la casta más baja de la
India, Tony Herbert dice que “me enseñaron mucho sobre lo que es vivir en
comunidad. La evangelización es en un proceso en los dos sentidos y los dalits
me han evangelizado a mí más que yo a ellos”.
Desde los años cincuenta, un grupo de unos 50 jesuitas
australianos han creado las diócesis de Daltonganj y Hazaribagh, en el estado
de Jharkhand. Hoy, 15 de ellos todavía viven en la zona, apoyados por los
jesuitas indios y los sacerdotes diocesanos locales que ya han asumido la labor
que ellos comenzaron. Es un cambio generacional que está teniendo lugar en
muchas diócesis indias, que a su vez se han vuelto misioneras enviando a
sacerdotes, religiosas y religiosos como misioneros por todo el mundo.
Según sus talentos, aquellos misioneros australianos
asumieron muchos desafíos. Bill Dwyer, compañero de Tony, hizo grandes
esfuerzos por aprender el hindi y, al final, se convirtió en un respetado
experto en la lengua, por lo que trabajó en la traducción de la Biblia de la
Iglesia india a esta lengua. Se implicaron en la ayuda a los pobres, y a los
marginados, lucharon contra el sistema de castas. Y es que la dimensión social
del Evangelio define a estos misioneros: “Lo que hago en la India se puede
llamar: respuesta evangélica a la realidad del pobre. Hay que tomar la decisión
de ir más allá de los bordes, de los márgenes, porque allí es donde encuentras
el significado del Evangelio”.