El misionero catalán Jordi Jorba Navarro ha sido
galardonado como reconocimiento por el servicio comunitario y espiritual que
desarrolla en la ciudad de Calama, en Chile. En una solemne ceremonia, ha
recibido, junto a 23 personas la “Orden al Mérito ciudadano” que otorga el
Consejo Municipal de Calama. El acto se desarrolló en el Teatro Municipal de
esta población.
Este sacerdote misionero de la diócesis de Barcelona es,
desde hace ya muchos años, párroco de la Asunción de la Virgen y delegado de
catequesis. Ha vivido el progreso de la Iglesia en esta zona del norte de
Chile, como fue la creación de la misma diócesis de Calama, el aumento de las
primeras cuatro parroquias de la entonces prelatura de Calama a las 11
actuales, el establecimiento de nueve congregaciones religiosas, el aumento de
las vocaciones…
Jordi Jorba, que ha cumplido 50 años como sacerdote,
llegó a Chile en 1964. En aquella primera etapa como misionero fue vicerrector
y, después, rector en el Instituto Obispo Silva Lezaeta, hasta su regreso de
Chile el 21 de agosto de 1973. Entre 1974 y 2001, año en que comenzó su segunda
etapa de misión en Chile, fue el delegado de misiones y director diocesano de
Obras Misionales Pontificias del Arzobispado de Barcelona