Una nueva etapa en el
periplo por los arciprestazgos fue la de Montehermoso, pueblo típico de
Extremadura, universalmente conocido por la “gorra” que utilizan las mujeres,
en su triple versión para solteras, casadas y viudas.
El encuentro se desarrolló
según el orden previsto: canciones de animación, presentación del mensaje del
papa con motivo del Domund, en el que invita a la alegría; algo que nace del
encuentro con Cristo.
D. Gregorio Martín ( quien
hace un tiempo visitó Zimbabue) expuso la situación de la Iglesia africana, con
su liturgia tan viva y animada, así como la abundante pobreza en la que viven
aquellos hermanos.
El delegado de misiones
insistió en el papel que pueden desempeñar las revistas misioneras, con sus
testimonios, en el desarrollo de la fe de niños y jóvenes.