José Diego Román Fernández, natural de Cabezas de San
Juan, sacerdote diocesano de Sevilla en la misión de Moyobamba, en la selva
peruana, escribe agradecido por las vacaciones que ha podido disfrutar en
España y su vuelta a la misión.
“Me han colmado de bendiciones en todos los sitios que he
ido y con todas las gentes que he tratado, ha sido impresionante ver el amor de
Dios en cada una de estas personas, primeramente con mi pueblo, pues esto de
ser el cabeceño del año. También hay que agradecérselo a tantas personas que
depositaron su confianza en mí, y cómo a la Parroquia de San Juan Bautista con
D. Jaime al frente, siempre tan atento junto con todos los paisanos de las
cosas que me hacen falta. He estado visitando distintas parroquias y algunos
colegios (…).
Me ocurrió una cosa curiosa. Bueno más que curiosa fue la
providencia de Dios, y la Virgen María en su advocación de Ntra. Sra. del
Rocío. Me fui con mi madre a Sanlúcar de Barrameda, al ver que pasaba la
hermandad del Rocío. Estoy saludando al capellán, mi amigo Ángel, y cuando me
doy cuenta estoy ya en el coto de Doñana haciendo el camino con la hermandad.
(…). Me dicen que no tienen sacerdote, que el que iba con ellos les ha fallado
por motivos de salud. Me pedían que me fuera con ellos tres días de camino para
decir las Eucaristías y confesar a tantos peregrinos que lo necesitaban, y a
mí, que soy un amante de las peregrinaciones y más de la Virgen María, en este
caso de la Advocación de Ntra. Sra. del Rocío, no tuvieron que insistirme mucho
para irme con ellos. Y la verdad ahí vi la fe hecha realidad en la devoción de
tantas personas a la Virgen del Rocío. (…). Estuve también con mi familia,
conociendo a los nuevos miembros, aunque algunos tuve tiempo de darles la
Primera Comunión, que espero que no sea la última y de bautizar.
Pude hablar con mi Arzobispo y me comentó que ya se está
fraguando la idea, y si Dios quiere ponerla en práctica pronto, de hacer una
misión diocesana en alguna parte del Perú o de Cuba (…).
Una vez más agradecer a todos los que habéis colaborado
comprando algo, pues mi madre, como ella dice, llevaba ‘el top manta’ que lo
poníamos en las parroquias y sacamos algo de dinero para la misión.
El proyecto de la casa albergue, para las jóvenes de las
comunidades rurales que no tienen recursos económicos para estudiar en la
ciudad en Moyobamba y llegar a ser profesionales, va por buen camino, pero al
ritmo que van acá las cosas, si Dios quiere para el próximo año ya estará hecha
la primera fase. (…). Tanto en las parroquias que he visitado, como algún
político como el alcalde de mi pueblo, se han comprometido, a que a lo mejor
una institución, por ejemplo alguna hermandad se compromete, a pagar el
cemento, otro la carpintería, otro los hierros, otros el agua (…).
Ya he estado en varias comunidades, pues me estaban
esperando para hacer algunos sacramentos, y ya he tenido tiempo de hacer
algunas caminatas y llenarme de barro y que me cojan algunas lluvias. Cuando
ves la cara de las personas cuando llego para decir la Eucaristía y los demás
sacramentos y cómo te esperan se te quita todo el cansancio, y te pones a
confesar y tardas varias horas, confesando a unos y a otros, ves cómo estas
gentes sencillas y humildes tienen muy claro lo que es fundamental, es decir,
llevar una vida cristiana en orden, ahora precisamente en este mes que la
Iglesia lo dedica al Sagrado Corazón de Jesús, acabo de consagrar a varios
institutos al Sagrado Corazón de Jesús. Es más, alguno le ha añadido a su
nombre el del Sagrado Corazón de Jesús, y nadie ha dicho esas tonterías de que
afecta a los que no son cristianos, que hiere la sensibilidad de los que no son
cristianos… Eso es lo que pasa cuando los cristianos nos quedamos callados ante
las injusticias y ante las atrocidades que se cometen contra la Iglesia
Católica. También ahora se celebra la fiesta de San Juan, que es el baño
bendito, en el cual de madrugada a eso de las cuatro va la gente a bañarse y
limpiarse los males. Hay una comida típica en esta época que es el juane, que
consiste en arroz se le hace como una pelota, relleno de alguna presa de carne
y envuelto en una especie de hoja, riquísimo por cierto cuando lo hace la
señora Chepita. Junto con el baile de la pandilla, que es el baile típico de la
selva, que consiste en rodear como una especie de palmera, en cuya punta se
ponen regalos, esto se llama la Umsha. Bailan en pareja alrededor de la Umsha,
y se van pasando un hacha hasta que la cortan, esto también con un ritmo
musical muy curioso. Estas son un poco las fiestas de la selva que estamos
celebrando (…).
Despedirme no sin antes dar las gracias a tantas personas
e instituciones que me han ayudado y me están ayudando tanto con donativos como
con sus oraciones. Sin ustedes serían imposibles las cosas que hago, como
llevar gente al médico, comprar medicamentos, pagar a algunos sus estudios,
llevar a algunos a una posada para que pasen la noche…, que Dios y la Virgen
María os lo pague con muchas bendiciones tanto a ustedes como a vuestras
familias. Ya estamos esperando los seminaristas que junto con el sacerdote
Javier Nadal, vendrán en julio y también a algunos misioneros que van a pasar
acá sus vacaciones en agosto. Si alguno más se quiere apuntar no tiene más que
ponerse en contacto conmigo”