Jaime Rubio Pulido
Se le ve un hombre jovial, alegre, esperanzado, sensato, entrañado en el amor de los más débiles y necesitados. Por Amor de Dios y movido en el Corazón de Jesús fundó el Hogar Nazaret en medio de la selva con el dinero propio que llevó allí y la ayuda solidaria y fraterna que recibe de otros.
Son muchos los niños que han pasado por ese hogar con el fin de ser arrancados del infierno. Pasan por momentos difíciles y reclaman nuestra ayuda cristiana y solidaria, de lo contrario hay un alto riesgo de que esos niños (de 1 a 17 años tienen) vuelvan a los infiernos y al olvido.
Incluso los niños con más edad trabajan para que los más pequeños puedan comer, son unos héroes del amor y la solidaridad.
Os propongo, por favor, que pinchéis en el enlace que hay más abajo de este escrito y escuchéis con atención y con corazón la entrevista que le hicieron en el programa El Larguero, un programa de deporte y héroes deportivos, se hicieron eco de la pobreza y miseria, pero de la valentía y la capacidad de amar de "otros héroes" de la vida que pasan desapercibidos y no saldrán en la primera plana de los periódicos ni en los titulares de los telediarios.
Por favor, no dejéis e escuchar la entrevista que le hacen al Padre Ignacio
Y si con nuestra oración y nuestra solidaria ayuda económica les apoyamos, estamos alejando de las llamas del infierno en este mundo a cientos de niños.
Comparte esto con tus amigos, con tu familia, con tus alumnos, con tu gente...Ya lo dice él, el Padre Ignacio, con quien me escribí hace unos días diciéndome que nos tendría presentes en la oración y en la misa...lo importante es estar enamorado, como lo está él de sus acogidos en el Hogar Nazaret, y dar la vida por ellos.
Unamos nuestras manos y nuestros corazones y seremos más fuertes y haremos posible que no sea el fuego del infierno, sino el fuego del amor el que caldee los corazones de estos niños de la selva del Perú. ¡Ayudemos!
¿Qué me pide Dios? ¿Qué me pide el amor sincero del corazón ? ¿Qué me pide la caridad cristiana? Que Dios te bendiga, ilumine tus caminos y te proteja.
(artículo enviado por D. Jaime Rubio Pulido, sacerdote diocesano de Coria-Cáceres)
