Matany, 8 mayo de 2013
Queridos amigos y amigas,
Os saludo desde Matany,
en el centro de Karamoja. Aquí está la Misión de Matany, donde vivimos seis
misioneros combonianos.
El P. Longinos López |
Dos hermanos
combonianos, Gunther y Eduardo, que trabajan en el hospital de St. Kizito de
Matany, al lado de la Misión; tres somos sacerdotes y nos dedicamos a trabajar
en las diferentes zonas de la Parroquia, alguna a 80 Kms, y el hermano
comboniano Olindo, de 85 años, jubilado, que reza y pasea por el hospital
saludando a los enfermos. De sus 85 años, la gran mayoría, los ha pasado
entre Sudán y Uganda.
En el hospital
trabajan también misioneras combonianas, religiosas ugandesas y, como no,
varios doctores ugandeses entre ellos tres mujeres, así como un gran número de
enfermeras y enfermeros ugandeses. Hay una escuela de enfermería, lo cual es
esencial para el hospital de Matany, que da la oportunidad a formar a jóvenes
para el hospital de Matany y otros hospitales y centros de salud en Uganda y
Sudán.
El hospital es un
punto de referencia para toda Karamoja y la zona de Teso que hace frontera con
Karamoja. El jueves, el día que dedicamos a la Pastoral en el Hospital, desde
la Misa por mañana, visitar enfermos, aunque hay una religiosa a tiempo
completo para esto, encuentros de oración en el hospital, y en la escuela de
enfermería.
El hospital, como
casi todos los hospitales, es en sí mismo un mundo muy complejo, desde todo el
personal que trabaja, los enfermos, los que cuidan de ellos, y el entorno del
hospital que ha ido creciendo en gente, mercado, escuelas primarias y una
secundaria.
Los habitantes de
la zona pasaron, hace ya años, de pastores seminómadas, aunque aún quedan
algunos grupos, a ser agricultores, aprovechando el tiempo de lluvias
para cultivar maíz, sorgo, judías, girasol, y cacahuetes, así como en torno a
los poblados : tomates, espinacas y coles.
El Hno. Günter Nährich |
La vida es
sencilla, casi rutinaria, aunque aquí la rutina no existe, pues no hay un día o
una mañana que sea igual a la anterior o a la siguiente. Planificar un día o
una semana, a veces aun hoy día resulta difícil. Vivimos circunstancias de
momentos, de situaciones urgentes, que hacen cambiar planes, incluso en el
hospital. Digamos que las circunstancias del entorno y las realidades humanas,
nos van marcando el ritmo de la vida. Al principio, a un europeo, esto le puede
causar molestia, incluso cabreo, la puntualidad, todo preparado a su tiempo, el
personal en su lugar de trabajo…., se requiere tiempo y comprensión de la
realidad del lugar y sus gentes, para aceptar los hechos.
La experiencia en
el campo sanitario como en la pastoral, es algo que aquí nos marca y nos curte.
Hablaba con un médico europeo, que ha llegado hace dos meses y me iba
confirmando lo dicho anteriormente. Hablando con este médico, me comentaba la
riqueza enorme que uno puede adquirir en las relaciones humanas, tanto con el
personal sanitario como con los pacientes y sus familiares, incluso teniendo el
impedimento de entenderse en la lengua karimojong.
Aunque el hospital
y la misión, se encuentran en un pueblo sin muchos recursos para un extranjero,
incluso para los propios ugandeses venidos de otras zonas de Uganda, poco a
poco uno se va encontrando bien, quizás por el tipo de convivencia en el
hospital y fuera, y se deja de echar de menos el salir de compras, el ir al
cine, ir al restaurante y tomar algo.
Aquí en la Escuela
de Enfermería, he encontrado a Rafael. Está terminando su formación como
enfermero cualificado, después de dos años de estudios y de prácticas en el
hospital de Matany. Este joven lo encontré en Namalu, una Misión del sur de
Karamoja, donde yo he estado durante diez años. Un día estaba yo en la iglesia,
cuando me tocó un niño; tenía en una mano un fajo de palillos, recogidos de
cualquier árbol, y me dijo: “quiero ir a
la escuela, me tienes que ayudar”. Yo no le
hice mucho caso, pues era aun
bastante pequeño, al menos en estatura, y no le conocía, pero me causó una enorme
sorpresa verle con los palillos en la mano (se exigía a los niños pequeños para
ir a la escuela), comprendí que deseaba realmente aprender. Pregunté al
catequista de su zona y me explicó que era huérfano, que vivía con su abuela.
Cuando comenzó el nuevo curso le enviamos a la escuela. Desde el primero hasta
el séptimo curso, que consiste la escuela primaria, los resultados fueron muy
buenos; realmente tenía un gran interés en estudiar, se podía ver curso tras
curso, y así los profesores lo confirmaban. Pasó a la escuela secundaria, y ya
tuvo que marcharse a una ciudad a 100 kms, pues en Namalu no existía entonces
escuela secundaria. Desde el primer curso en la secundaria hasta el sexto,
siguió sacando muy buenas notas, y por fin eligió hacer el curso de enfermería
que son dos años y medio aquí en Matany, pues estudiar medicina y llegar a ser
doctor en medicina es muy caro e imposible de costearlo. Ahora, en mayo
terminará y trabajará como enfermero en un centro de salud. Su idea es de poder
seguir estudiando y llegar a ser lo más próximo a doctor en medicina.
Sala de espera de Maternidad, en el Hospital |
Sin duda que uno
se maravilla de lo que podemos hacer por otra persona, de las cualidades y
valores que puede tener una persona escondida en sí misma y que pueden salir a
la luz con una pequeña ayuda y un seguimiento adecuado. Son muchos los casos de
jóvenes que han vivido esta experiencia en sus vidas y que los ha cambiado su
futuro y el de su entorno.
Gracias por la
amistad y por todas las ayudas vuestras que han hecho posible mejorar la vida y
algunas estructuras con diferentes proyectos en diferentes zonas de Karamoja.
Sin todo esto, no hubiera sido posible que muchos de estos jóvenes
hubieran terminado, incluso la escuela primaria. Tengo que agradecer que esto
se haya realizado, a muchos de vosotros, Dios os bendiga con aquello que mas
necesitáis.
También deciros
que hemos comenzado el mes de mayo, dedicado a la Virgen María, con la gran
alegría de la ordenación sacerdotal del segundo sacerdote comboniano de
Karamoja, el P. Moses Otii. Rezamos por él y su destino en la Republica
Centroafricana, un país en pleno conflicto y en difícil situación
económica de la población.
Un fuerte abrazo
desde Uganda,
P. Longinos López