El próximo 26 de enero se celebra la Jornada de Infancia
Misionera. Su lema, los niños ayudan a otros niños, se hace una realidad
tangible en dos proyectos para Sierra Leona – entre los muchos que apoya
Infancia Misionera en tantos países del mundo. Se trata de la construcción de
pozos para una escuela de preescolar y otra de primaria.
Considerado uno de los países más pobres del mundo, Sierra
Leona ha sufrido una terrible guerra civil cuyas secuelas apenas empiezan a
cicatrizar. Como contaba una misionera en el país, en una casa de acogida:
“Algunos de los enfermos de la casa te mostraban las cicatrices que les habían
dejado los rebeldes y era difícil encontrar a alguien que no hubiese
presenciado el asesinato de algún familiar”. Con esta situación, es imposible
hablar de aquellos servicios básicos que para los países del “primer mundo” se
dan por descontado: sanidad, seguridad, agua potable… Por dar un dato: sólo el
43% de la población tiene acceso a esa preciada agua potable.
Es por eso que se han hecho llegar 6.000 euros a la
escuela de preescolar St. Vincent de Gerihun, una población de la zona costera
del sur de este país. La localización de la escuela hacía que no todo el año
tuviera agua y, además, los niños, a pesar de ser muy pequeños, se veían
obligados –es su responsabilidad en la familia – a acarrear agua potable desde
largas distancias. Estos 80 niños podrán dedicar el tiempo que antes pasaban
por los caminos a los primeros rudimentos de la lectura y la escritura.
También se han enviado 10.000 dólares a la diócesis de
Makeni, casi en el centro del país, para tres escuelas de primaria que lleva
adelante esta diócesis. Los tres pozos evitarán los problemas sanitarios que
generan en los niños no tener una fuente segura de agua potable.
Ahora hay que educar a los niños de las escuelas a que
tengan cuidado con su salud. Un misionero agustino recoleto en Sierra Leona
recordaba lo importante que es construir pozos, “pero nada se conseguirá sin
una educación básica para la salud en nuestras aldeas. Y es que muchas de las
infecciones vienen por el tratamiento y almacenamiento del agua en el hogar. Y
quien ha visto una baffa en Sierra Leona, donde conviven perros, gallinas, y
personas, sabe de qué estoy hablando”