El Arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión
Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias, Mons. Braulio
Rodríguez Plaza, acompañado del Delegado de Misiones de Toledo, Jesús López
Muñoz, ha mantenido un encuentro con el director de Obras Misionales
Pontificias de Líbano, Padre Paul Karam, y con la secretaria de Infancia
Misionera de este país, Nada Hajjar. Encuentro en el que se ha hablado de la
mayor y más antigua red de solidaridad infantil del mundo, la Infancia
Misionera, que actualmente está presente en 126 países, y de la que Líbano
forma parte desde el año 2006, informan desde la delegación de misiones de
Toledo.
Precisamente los representantes de OMP e Infancia
Misionera del Líbano han informado al Arzobispo de Toledo sobre cómo los niños
libaneses aportan su donativo y trabajo para el Fondo Universal de Solidaridad
de Infancia Misionera, que sirve para ayudar a la infancia de los territorios
de misión. Sobre este apoyo y contribución del Líbano, el Arzobispo de Toledo
ha manifestado que es un vivo ejemplo de que en la solidaridad no hay
fronteras, porque la Infancia Misionera, como destaca D. Braulio Rodríguez, es
una iniciativa de gran y mayor eficacia a favor de la infancia en el mundo
entero.
Nada Hajjar, secretaria de Infancia Misionera del Líbano,
transmitía a D. Braulio cómo “nuestros pequeños quieren ayudar a los niños refugiados
de Siria, niños que son más pobres que ellos”, proseguía transmitiendo que
“intentamos hacer cosas sencillas para motivar a los niños en el espíritu
misionero”. Desde donativos de ropa hasta visitas a las familias de refugiados
sirios, lo cierto es que Infancia Misionera abre en ellos el sentido de la
solidaridad. Estos niños, según ha explicado Nada, también ayudan a los niños
de su país, que se encuentran con dificultades, sin importar la religión.
Por su parte, Paul Karam, director de Obras Misionales
Pontificias de Líbano, ha desgranado al Arzobispo y al Delegado de Misiones de
Toledo las dificultades sociales y políticas que vive en su país, afirmado que
“la Iglesia tiene que abrir la conciencia de la comunidad para tomar
responsabilidad ante los refugiados, y para promover un camino de paz y no de
guerra”.
Es el ejemplo, como también destaca el Arzobispo de
Toledo, de cómo “Obras Misionales Pontificias propone un camino que fomenta la
solidaridad entre los niños del Líbano y los del mundo”. Por ello, junto al
Delegado de Misiones toledano, han destacado el trabajo en la diócesis de
Toledo, que sigue este espíritu y que durante todo el año sirve para fomentar
en los niños el sentido de la misión, logrando que los niños toledanos también
se abran a la solidaridad