Pues
sí, el Taller Misionero Interparroquial de Cáceres, estuvo en el WOMAD.
En
medio de una impresionante marea juvenil, quisieron ofrecer sus deliciosos
productos a favor de los empobrecidos.
Música,
jóvenes, dulces y solidaridad, una preciosa combinación de elementos que deben
estar unidos para acercar a los hombres a través de la belleza y la comunión
entre todos.